lunes, 22 de diciembre de 2014

NUEVOS ENFOQUES EN ESTADOS UNIDOS SOBRE OBESIDAD Y NUTRICIÓN

Para enfrentar esa epidemia, un compromiso entre demócratas y republicanos, la Asociación Nacional de Restaurantes y las principales cadenas de comida popular, dio lugar a una nueva ley nacional.

Un padre lleva a su hijo al cine  en el mostrador de venta de snacks  y bebidas. Le compra un balde de palomitas de maíz y una bebida gaseosa. El padre ignora que las palomitas aportan 1.200 calorías y que los 473 ml. de líquido contienen 10 cucharadas de azúcar, o 170 calorías y 44 gramos de carbohidratos
Entendamos que esa hora y media de cine se lleva casi las tres cuartas partes de la ingesta calórica normal para una persona, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los
Estados Unidos (FDA) publicó una normativa nacional que exige que los restaurantes, centros de entretenimiento, supermercados que ofrezcan comida preparada y máquinas expendedoras publiquen la información nutricional de sus productos y platos. La ley se implementará a lo largo de los próximos dos años, para uniformar la confusión de parámetros que existe hoy. 
El sobrepeso y la obesidad de los estadounidenses son la segunda causa de muerte que se podría prevenir. Hoy la obesidad representa un peligro para la salud igual, si no mayor, al hábito de fumar. 

Para Sara Bleich, experta en obesidad de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de Johns Hopkins University, dice: hay formas sencillas de describir el impacto de un alimento en el cuerpo humano que calorías, gramos de carbohidratos y fibra o porcentaje diario de proteínas y minerales. Describir, por ejemplo, que para comer un pedazo de torta y no engordar hay que caminar una hora y media. La persona promedio no sabe cómo leer o comprender una etiqueta de alimentos. En la superficie, la gente sabe que una naranja es más saludable que una Oreo, pero muy poca gente podría dar información más profunda sobre calorías, carbohidratos, azúcares, grasas, fibra o vitaminas que contienen esos alimentos, o cómo se vinculan con una dieta ideal.

La industria de la alimentación gasta miles de millones de dólares al año en publicidad, de los cuales casi el 70 por ciento promociona alimentos envasados, dulces, snacks, bebidas gaseosas y alcohol, contra un 2 por ciento de anuncios de vegetales, granos y frutas.
La comida procesada en general, salvo honrosas excepciones, no suele ser la más saludable, pero más barata y como el ritmo de vida no deja tiempo para cocinar, es más fácil comprar platos que ya están hechos o que se pueden comer directamente del envase. Está bien mejorar las etiquetas, pero hay que hacer muchas cosas más. Por ejemplo, enfatizar que hay que comer alimentos frescos, no cosas procesadas. O destacar aquellas cosas que son menos saludables.

Se debería expresar de manera simple: esto tiene mucha sal, esto tiene mucha azúcar. Porque como hoy en general no hay deficiencia en micronutrientes, ya que todos los alimentos están fortificados, importa más explicar qué es saludable y qué no.
Más de un tercio del azúcar agregado en la dieta estadounidense proviene de las bebidas, sobre todo gaseosas y jugos. Y la cantidad de azúcar que consume el estadounidense promedio, 19,5 cucharadas por día, supera la que recomienda la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA por sus siglas en inglés): no más de 9 para los varones y menos de 6 para las mujeres. Pero el azúcar agregado se encuentra en tres de cada cuatro alimentos envasados, incluidos algunos que se consideran sanos como el yogurt o el aderezo para ensaladas. Más que reducir la porción de las bebidas azucaradas, habría que prohibirlas.

Bleich señaló que educar al público sobre el valor energético de la comida "es necesario pero no suficiente para estimular un cambio saludable en la conducta". En su opinión, "un buen complemento para las políticas basadas en la educación como las nuevas normas de etiquetado de la FDA serían políticas públicas que apuntasen a reducir el consumo de alimentos poco saludables, por ejemplo quitando las máquinas expendedoras de bebidas azucaradas de las escuelas o los ámbitos de trabajo."


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