No siempre hace falta ponerse
a dieta para perder peso. Queremos estar esbeltas es nuestro sueño, lo malo que
hacerlo realidad parece muy difícil e imposible de alcanzar.
Hay algunas personas que
recurren a las mal llamadas dietas milagro, hablamos de un gran número de
personas en su mayoría mujeres. Lo que tenemos que preguntarnos es si lo
consiguen o no.
Los estudios nos demuestran,
que la abandonan al poco tiempo y no obtienen
resultados positivos y las que consiguen terminar y bajar los kilos que se han
propuesto al poco tiempo los recuperan y aumentan su peso a más del que tenían
cuando empezaron y en general perjudican su salud. Para bajar de peso, lo que
debemos hacer es cambiar de hábitos.
Otra circunstancia es que la
mayoría de las mujeres que hacen dieta cambian sus hábitos alimenticios y no se
plantean hacer deporte para ello. Está demostrado que una dieta saludable unida
a un ejercicio diario de media a una hora es la única forma de mantener el peso
ideal. No tienes que ir al gimnasio si no tienes tiempo, te basta con caminar.
Adopta estos hábitos
Masticar despacio. De esta manera reducimos la cantidad de
comida que ingerimos, sin pasar hambre. Comer con más calma, aunque la ingesta
sea menor, incrementa la sensación de saciedad y mejora la digestión y el
tránsito.
Hacer cinco o más comidas al día. Incrementar el número de
comidas, nos permitirá mejorar nuestros hábitos alimenticios. Pero tan
importante como eso, es saber que debemos comer en cada hora del día. Por
ejemplo, hay alimentos que son ricos en calcio y vitaminas esos se deben comer
en las mañanas y por la tarde mejor los que tienen más hierro.
Reducir los carbohidratos. Se tienen que reducir pero de
ninguna manera eliminar, hay que aportar al organismo una cantidad adecuada de
proteínas, carbohidratos y grasas. Se aconseja comer los carbohidratos en la
mañana, para que con tu actividad diaria se quemen.
Reducir sal y salsas. Cuanto más reduzcamos en nuestra alimentación
el consumo de alimentos preparados, podremos controlar la cantidad de sal que
consumimos. La sal es necesaria, pero está demostrado que la consumimos en
exceso. Si eliminamos este tipo de comidas de nuestra alimentación, y las
salsas, mejoraremos nuestra presión arterial.
Tomar zumos naturales en lugar de envasados. Los beneficios de
los jugos naturales, creo que nadie puede discutirlos, una fruta recién
exprimida o licuada mantiene todos sus nutrientes como son las vitaminas y los
minerales. Los jugos envasados contienen azucares o edulcorantes artificiales y
muchos ingredientes mas. No te parece que es mejor tomar un jugo recién hecho que uno guardado
por semanas o meses. Te has dado el gusto de comparar un jugo de naranja recién
hecho y un jugo envasado. ¿Qué Tal?
Cambiar los refrescos por agua. Para llevar una dieta sana,
éste es uno de los primeros pasos. Beber más agua, unos dos litros al día, y
evitar los refrescos y las bebidas gaseosas en general.
La fruta, por la mañana. El momento ideal para consumirlas es
la mañana o a media mañana, recuerda que en la tarde tu organismo trabaja más
lento y le costará más quemar calorías
Cambiar el pan blanco por integral. Más que sustituir un pan
por otro, la clave está en escoger el mejor momento del día para consumirlo.
Por la mañana podemos comer pan blanco, ya que contiene más carbohidratos y
podremos quemarlo más fácilmente.
Mejor vino que cerveza Si se beben con moderación, ni el vino
ni la cerveza son malos para la salud. Las dos bebidas tienen propiedades
antioxidantes. No obstante, lo mejor para una dieta sana y una salud óptima es
reducir al mínimo la ingesta de alcohol.
Hacer ejercicio. Por lo general, llevamos una vida sedentaria.
Que nuestra dieta sea sana está muy bien para gozar de una buena salud, pero es
fundamental complementarlo adoptando hábitos saludables como el ejercicio
Combinar una
dieta equilibrada con actividad física.
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