Una investigación
realizada por el Hospital de San Juan (Alicante) y el Hospital General de
Valencia ha demostrado que un alto número de pacientes con síndrome coronario
agudo ingresados desayuna de manera inadecuada o no desayuna.
Así lo afirma un estudio publicado en el último número de
'Revista Española de Cardiología' (REC) que analizó por
primera vez los hábitos
alimentarios en el desayuno de 181 pacientes ingresados por un síndrome
coronario agudo (SCA: infarto o angina inestable) y observó que
hasta un 42 por ciento de ellos
desayuna de manera inadecuada.
Desde la
Sociedad Española de Cardiología, que se ha hecho eco de este estudio, destacan
que la omisión del desayuno
provoca que el cuerpo recurra a otras reservas de energía de
las conseguidas a través de la ingesta de alimentos y libere ácidos grasos almacenados en el hígado y en los músculos,
lo que puede llegar a triplicar el riesgo de aparición de diabetes.
Entre las principales
conclusiones, se observa que la prevalencia de la omisión del desayuno hallada
en estos pacientes es muy superior al 10-18 por ciento reflejado en estudios de
población general realizados hasta el momento, no obstante viene a ratificar la
premisa de otros estudios que señalan que las personas que no desayunan tienen una incidencia de infarto de
hasta un 27 por ciento superior con respecto a aquellas que
sí desayunan
"Hasta el
momento se habían llevado a cabo estudios que evidencian malos hábitos
alimentarios en la población española y a través de estudios poblacionales se
sabe que entre un 10% y un 18% de la población no desayuna. Sin embargo, esta investigación ha acotado la muestra de
análisis y ha estudiado cómo es el desayuno de los pacientes que ingresan por
infarto en los hospitales y la incidencia directa que el desayuno
tiene en el sistema cardiovascular", ha explicado el miembro de la
Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo de la Unidad de
Hemodinámica del Hospital de San Juan (Alicante), el doctor Alberto Cordero.
Desarrollo de la investigación: Tras estas preguntas los expertos observaron
que 44 pacientes admiten no desayunar habitualmente y 60 toman solo líquido. Además,
sumando estos dos grupos, se observó que un 42% presenta un patrón dietético incorrecto y que esto se
asocia a más sedentarismo, mayor prevalencia de tabaquismo y más frecuentemente
síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST, que hace referencia al
conocido como infarto agudo de miocardio clásico.
"El
estudio ha permitido conocer que la
omisión del desayuno en los pacientes ingresados por infarto o angina es mucho
más amplia que en el caso de la población general. Así, se ha
evidenciado que los pacientes que no
desayunan o que desayunan incorrectamente son más fumadores, tienen peores
hábitos de vida, son más sedentarios, y presentan un patrón alimentario
más alejado de la dieta mediterránea porque pican más entre horas, consumen más
grasas y menos pescado", concreta el experto, quien prosigue que,
"además nuestros resultados coinciden con lo ya conocido de que las
personas que fuman tienen hábitos nutricionales mucho menos favorables".
"Cuando
nos levantamos, el cuerpo se pone
en marcha, se activan los ciclos de cortisol responsables del aumento de
la presión arterial y de los niveles de azúcar por la mañana, y es el momento
en el que hay que subministrarle
al cuerpo sus necesidades, idealmente tras la primera media hora. Solo
por el hecho de activarnos y de ponernos en pie ya se ponen en marcha estos
ciclos circadianos, y el desayuno forma parte de ellos.
Cuando no desayunamos retardamos el periodo de saciedad y no proporcionamos la ingesta calórica que el cuerpo necesita para su
correcto funcionamiento, de modo que alteramos el ciclo biológico marcado por el propio organismo", matiza
el doctor.
La omisión del desayuno: Provoca que el cuerpo active otras vías
metabólicas y recurra a otras reservas de energía no adecuadas, liberando ácidos grasos depositados en el hígado y en los músculos.
Así, y según cuenta
Cordero, "el hecho de no
desayunar hace que el cuerpo no segregue suficiente insulina, la hormona
responsable de reducir los niveles de azúcar en sangre. Además, los ácidos
grasos circulan libremente por la sangre y, aunque suplen de manera temporal la
falta de energía proporcionada por la ingesta de nutrientes, son altamente
tóxicos para la pared vascular y están relacionados con la aparición de
diabetes, cuyo riesgo se puede llegar a triplicar si no se desayuna".
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