lunes, 16 de marzo de 2015

SE CAMBIA: PIRAMIDE POR EL PLATO QUE FIJA PORCIONES DE ALIMENTO

Un grupo de expertos de la Universidad de Harvard presenta una nueva versión de El plato (propuesta de EEUU para reemplazar la histórica pirámide alimenticia), basado en una investigación más actualizada, sin intereses de la industria ni presiones políticas y con recomendaciones más específicas y precisas.
Según los investigadores, My Plate (proyecto original) no le dice al consumidor si los cereales de granos enteros (arroz integral) son mejores para la salud que los refinados (arroz blanco). Para paliarlo, la guía de Harvard, aconseja elegir los enteros y limitar los refinados, ya que, con el tiempo, "un elevado consumo de los primeros puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes de tipo 2".
La pirámide generaba confusión, debido a que los productos sanos se hallaban en la base de la figura, mientras que los menos recomendables estaban en la cúspide.
Por eso, se reformularon las guías alimenticias, con los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud y se llegó a un esquema similar al que hoy se utiliza en Reino Unido y Estados Unidos.
La nueva imagen organiza los alimentos según la proporción en que deben ingerirse, se incluye un mensaje que recuerda que la nutrición debe complementarse con actividad física. 
Ambos programas comparten el mismo icono y hacen la misma división de los alimentos en cuatro grupos: cereales, proteínas, frutas y verduras, pero son muy distintos en sus recomendaciones.
Frutas y verduras: La mitad del plato
Se recomienda consumir una variedad de tipos y colores, con la finalidad de proporcionarle al organismo la combinación de nutrientes que necesita. Se aconseja consumir verduras de hojas de color verde oscuro; frutas y verduras de brillantes colores rojos, amarillos, naranjas, azules y  tomates. Esta recomendación no incluye a las papas debido a su impacto negativo sobre los niveles de azúcar.
Cereales integrales: Un cuarto del plato
Se recomienda consumir una variedad de cereales integrales o enteros, como el arroz integral, trigo integral, cebada, quinua, avena, y alimentos derivados de estos cereales, tales como, pan y pasta integral. Esta recomendación se basa en que los cereales integrales tienen un efecto más suave sobre los niveles de azúcar en la sangre y la insulina que el pan blanco, arroz blanco, y otros cereales refinados.
Proteínas saludables: Un cuarto de plato
Se recomienda preferir pescado, aves, legumbres y frutos secos y, limitar las carnes rojas, y evitar el tocino, los embutidos y otras carnes procesadas.
Consumir aceites vegetales saludables con moderación
Se recomienda preferir aceites vegetales saludables como el de oliva, canola, maíz, maravilla, maní entre otros, y evitar los aceites parcialmente hidrogenados, que contienen grasas trans no saludables. Es importante recordar que “bajo en grasa” no implica necesariamente que sea saludable.  
Beber agua, café o te
Se recomienda beber preferentemente agua para hidratarse y saciar la sed. El café y té sin azúcar también se consideran saludables.  Además se recomienda evitar las bebidas azucaradas, bebidas para deportistas y energéticas. Y limitar o consumir con moderación bebidas dietéticas, jugos de fruta y leche. Limitar el consumo de leche y productos lácteos a 1 o 2 porciones diarias.
Mantenerse activo
Según los expertos es la mitad del secreto para controlar el peso; la otra mitad es consumir una dieta saludable, con porciones modestas y con las calorías que cada uno necesita. 

Por último, existen evidencias sólidas derivadas de investigaciones realizadas en la Escuela de Salud Pública de Harvard y en otras instituciones,  de los beneficios de seguir una dieta que se ajuste a las directrices del Plato saludable, como disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca y muerte prematura.

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