Un grupo de expertos de la Universidad de
Harvard presenta una nueva versión de El plato (propuesta de EEUU para
reemplazar la histórica pirámide alimenticia), basado en una investigación más
actualizada, sin intereses de la industria ni presiones políticas y con
recomendaciones más específicas y precisas.
Según los investigadores, My Plate (proyecto
original) no le dice al consumidor si los cereales de granos enteros (arroz
integral) son mejores para la salud que los refinados (arroz blanco). Para
paliarlo, la guía de Harvard, aconseja elegir los enteros y limitar los
refinados, ya que, con el tiempo, "un elevado consumo de los primeros
puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes de tipo 2".
La pirámide generaba
confusión, debido a que los productos sanos se hallaban en la base de la
figura, mientras que los menos recomendables estaban en la cúspide.
Por eso, se
reformularon las guías alimenticias, con los lineamientos de la Organización
Mundial de la Salud y se llegó a un esquema similar al que hoy se utiliza en
Reino Unido y Estados Unidos.
La nueva imagen
organiza los alimentos según la proporción en que deben ingerirse, se incluye
un mensaje que recuerda que la nutrición debe complementarse con actividad
física.
Ambos programas
comparten el mismo icono y hacen la misma división de los alimentos en cuatro
grupos: cereales, proteínas, frutas y verduras, pero son muy distintos en sus
recomendaciones.
Frutas y verduras: La mitad del plato
Se recomienda consumir una variedad de tipos y colores,
con la finalidad de proporcionarle al organismo la combinación de nutrientes
que necesita. Se aconseja consumir verduras de hojas de color verde oscuro;
frutas y verduras de brillantes colores rojos, amarillos, naranjas, azules y tomates. Esta recomendación no incluye a las
papas debido a su impacto negativo sobre los niveles de azúcar.
Cereales integrales: Un cuarto del plato
Se recomienda
consumir una variedad de cereales
integrales o enteros, como el arroz integral, trigo
integral, cebada, quinua, avena, y alimentos derivados de estos cereales, tales
como, pan y pasta integral. Esta recomendación se basa en que los cereales integrales tienen un efecto más suave sobre los niveles de azúcar en
la sangre y la insulina que el pan blanco, arroz blanco, y otros cereales
refinados.
Proteínas saludables: Un cuarto de plato
Se recomienda
preferir pescado, aves, legumbres y frutos secos y, limitar las carnes rojas, y evitar el tocino, los embutidos y otras carnes procesadas.
Consumir aceites vegetales saludables con moderación
Se recomienda
preferir aceites vegetales saludables como el de oliva, canola, maíz, maravilla, maní
entre otros, y evitar los aceites parcialmente hidrogenados, que contienen
grasas trans no saludables. Es importante recordar que “bajo en grasa” no
implica necesariamente que sea saludable.
Beber agua, café o te
Se recomienda beber
preferentemente agua para hidratarse y saciar la sed. El café y té sin azúcar
también se consideran saludables. Además se recomienda evitar las bebidas
azucaradas, bebidas para deportistas y energéticas. Y limitar o consumir con
moderación bebidas dietéticas, jugos de fruta y leche. Limitar el consumo de
leche y productos lácteos a 1 o 2 porciones diarias.
Mantenerse activo
Según los
expertos es la mitad del secreto para controlar el peso; la otra mitad es
consumir una dieta saludable, con porciones modestas y con las calorías que
cada uno necesita.
Por último, existen
evidencias sólidas derivadas de investigaciones realizadas en la Escuela de
Salud Pública de Harvard y en otras instituciones, de los beneficios de
seguir una dieta que se ajuste a las directrices del Plato saludable, como
disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca y muerte prematura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario