lunes, 5 de enero de 2015

¿CUALES SON LAS BONDADES DE LOS HABITANTES DEL MAR?

El pescado y los frutos del mar han sido importantes en la nutrición humana desde la prehistoria. La piscicultura es una práctica antiquísima; los asirios y romanos criaban peces en pozos. Durante miles de años, los chinos también lo han hecho, utilizando los cultivos de arroz durante los períodos en los que están bajo el agua.
Durante las décadas recientes, el consumo de pescado per cápita se ha extendido por todo el mundo. Además de comerlo fresco, técnicas como ahumarlo o salarlo se han usado para preservar pescado, y el salmón en específico es tradicional en las cocinas de la Federación Rusa, Reino Unido y Escandinavia.
El pescado es una buena elección alimenticia: posee menos calorías y grasas saturadas que la carne roja y presenta niveles más elevados de saludables ácidos grasos omega 3. También puede contener mercurio y otros contaminantes potencialmente dañinos.

Beneficios del pescado: Una de las principales razones por las que el consumo de pescado ha aumentado es el deseo de alimentarse de una manera más sana. El pescado es el único alimento que proporciona directamente grandes cantidades de ácido graso omega 3, que ha demostrado contrarrestar los riesgos de ataques cardíacos y derrames cerebrales. La mayoría de las personas puede obtener suficiente omega 3 consumiendo pescados grasosos por lo menos dos veces por semana. Una buena elección de pescado incluye al salmón y a las sardinas ya que éstas además contienen bajos niveles de mercurio. Las personas que ya padecen de enfermedades coronarias necesitan consumir aproximadamente un gramo diario de estos ácidos grasos, una cantidad que por lo general requiere del consumo de un suplemento alimenticio.

Ventajas nutricionales: El pescado y los frutos del mar están repletos de nutrientes. Son una fuente excelente de proteína de alta calidad, vitaminas y minerales (incluyendo potasio, selenio y vitamina B12). Pero es su contenido de ácidos grasos omega-3 lo que recibe más atención.

Lo que dice la ciencia: Las grasas omega-3 más beneficiosas son las que se encuentran en los pescados grasos o azules como atún, bacalao, anchoas y salmón, que contribuyen a mantener saludables al cerebro, el corazón, las articulaciones, y ayudan al bienestar general.
La idea de que comer pescado puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas se originó en los años 70, cuando se notó que entre los esquimales de Groenlandia (donde un alto consumo de animales marinos era la dieta normal), la incidencia de enfermedades del corazón era muy baja.

A la hora de comprar y guardar
El pescado se puede comprar como filete, fresco, congelado, enlatado o ahumado. El fresco debe tener la piel suave y húmeda. Si está entero, sus ojos deben ser brillantes y claros, no turbios y hundidos. Usa tu sentido del olfato para asegurarte de que esté fresco.
Si no te lo puedes comer en los siguientes dos días, es mejor congelarlo. Pero una vez se congela y descongela, no se debe volver a congelar.

Riesgos
La piscicultura produce grandes cantidades del pescado que se consume. El pescado que se cría libre es superior en varios aspectos, entre ellos el que tiene menos residuos de pesticidas.
Sin embargo, ningún estudio ha demostrado que comer pescado de criaderos es un riesgo para la salud.
Algunos pescados, (pez azul,  tiburón, pez espada) presentan grandes cantidades de mercurio,  Mientras que los efectos en la salud debido a la exposición eventual no son del todo claros, los  expertos en la inocuidad del pescado consideran  que se deberían tomar precauciones. El riesgo que representa el mercurio en el pescado no se ha establecido bien, aunque por lo general mientras más peso corporal tenga, podrá consumir mayor cantidad de pescado. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que el salmón salvaje puede contener menos cantidad de mercurio que el salmón de acuicultura.


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