Eres de
las personas que sigue una dieta, pero ¿no tienes resultados? Quizás
cometes algunos errores que a continuación te presentamos:
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Comer mientras
conduces atenta contra tu dieta
Las opciones siempre son híper calóricas. A
esto se suma que comes con una carga de estrés que no ayuda a digerir bien.
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Abrir todo el tiempo
el refrigerador.
El refrigerador debe servir tan solo para pegar en la
puerta las metas de tu dieta, el hábito de abrirla constantemente es un “auto
boicot”. Miras, miras, hasta que algo comes, y seguramente no es lo más
adecuado para tu plan de adelgazamiento.
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Comer mientras
cocinas
Con la excusa de probar “cómo sabe el platillo”,
muchas caen en la trampa de llenar el estómago antes de sentarse a la mesa.
Picar mientras uno cocina, es uno de los
hábitos más frecuentes, que agregan calorías “involuntarias” a la
ingesta diaria.
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Saltarse las comidas
Otra trampa frecuente. Un análisis de la
Calorie Control Council halló que el 17 por ciento de personas se saltaban
comidas con la falsa esperanza de adelgazar. Sin embargo, el efecto es el
opuesto: un estudio del American Journal of Epidemiology demostró que los que
saltan las comidas tienen un 4.5 más de riesgo de ser obesos.
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Picar entre comidas
Este hábito conocido en inglés como “snacking”
conlleva no sólo al aumento de peso, sino también a desórdenes estomacales. Al
estar picando permanentemente, el organismo no logra finalizar el proceso
digestivo de una comida, y se altera el biorritmo, entre otros trastornos.
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Decir siempre que “es
la última vez”
En el 99% de los casos, aseguran expertos como
Goulding, esta frase no se cumple. Para hacer una dieta en serio, hay que pasar
por un largo período de abstinencia de ciertas comidas como tortas súper
cremosas, frituras, y una larga lista más.
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Comer leyendo
No tiene la mala fama que tiene el hábito de comer
mirando la televisión. Pero leer mientras se come tampoco es bueno: un
estudio de la Universidad de Toronto comprobó que se come más y por más tiempo
cuando se está absorto en la lectura.
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Comer mirando TV
Es tan malo para la dieta como para la comunicación
familiar. Por cada hora que una persona pasa frente a la TV, incorpora un
promedio de 50 calorías extra. Por el contrario, un estudio de la Universidad de
Vermont halló que obesos que reducían en un 50% el tiempo que pasaban frente a
la TV, quemaban en promedio 119 calorías más por día.
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Comer en secreto
Una de las estrategias más comunes para sabotear los
objetivos de una dieta… y que nadie se entere. Una encuesta realizada por la
compañía Lighter Life de Gran Bretaña entre 2,000 mujeres que estaban haciendo
dieta, reveló que el 36% comía alimentos prohibidos, en secreto.
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Comer apurado,
caminando
Un estudio de la American Dietetic Association halló
que los que comen despacio, consumen un promedio de 66 calorías menos por
comida, que los que lo hacen apurados. Si pudieras comer despacio, sin estrés y
con tranquilidad, podrías adelgazar hasta 20 kilos en un año.
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Comer en la cama
El comer
en la cama se relaciona muchas veces con lo que se llama “alimentación
emocional”, cuando se está deprimido, por ejemplo. Investigadores de la
Universidad de Alabama comprobaron que este hábito aumenta 13 veces el riesgo
de obesida