Los alimentos orgánicos, biológicos o
ecológicos, son aquellos que se cultivan, crían y procesan
utilizando métodos naturales para lograr un producto
alimenticio que no contenga aditivos químicos ni compuestos
sintéticos. Favoreciendo la practica benéfica para el medio ambiente
mediante el uso de sistemas no contaminantes. El objetivo de los llamados
alimentos orgánicos es obtener alimentos más sanos para los consumidores, y
para el ecosistema.
Es necesario que los alimentos no contengan
agroquímicos ni pesticidas, y se prohíbe expresamente el uso de plantas o
semillas transgénicas. La mayor calidad del alimento orgánico se
manifiesta en la mayor cantidad de vitaminas y minerales que contienen y en un
sabor más intenso, se deben respetar los tiempos de maduración y no utilizar procesos o aditivos que fuercen el
crecimiento de plantas y animales. En el caso de los animales se elimina el uso
de hormonas y antibióticos como formas de aumentar el rendimiento de la
producción.
Existen alimentos
parcialmente orgánicos o 100% orgánicos certificados, dependiendo el país donde
se legislen y la normativa aplicable. A nivel internacional y para certificar
el producto un sello de producto Orgánico; implica un riguroso programa
de control semestral tanto de la materia prima como del producto final
elaborado. Este procedimiento es realizado por empresas independientes
implementando protocolos internacionalmente aprobados y unificados. Actualmente
se elaboran y cultivan bajo la categoría de alimentos orgánicos: huevos,
carnes, azúcar, té, café, miel, frutas,
hortalizas, vinos, aceites, lácteos, dulces, conservas.
Desarrollando
un mercado en amplia expansión, ante un consumidor cada vez mas informado, y más comprometido con la salud, y el futuro
de la ecología. El consumo de los alimentos orgánicos o ecológicos paso muy rápidamente
a ser una tendencia, toma de conciencia sobre los efectos
que los químicos y las toxinas presentes en los alimentos estaba provocando en los seres
humanos, instó a la opinión pública a buscar los beneficios de una comida más
sana y un mayor cuidado sobre nuestro planeta.
La humanidad
tenía la concepción de que las riquezas eran inagotables, que los mares
y los continentes podían contaminarse sin consecuencias, que la medicina y la
ciencia podía neutralizar todo tipo de problemas, y que la calidad de vida
estaba garantizada. Fue la era de la industrialización, el uso indiscriminado
de pesticidas, el auge de las comidas fritas o chatarra, la contaminación con
plásticos de todos los formatos, y la liberación de gases que afectaron la capa
de ozono con fuertes cambios climáticos. Ahora ya no
se puede negar estas acciones, las enfermedades que no existían en otras
épocas, en su mayoría degenerativas de las células y tejidos hoy se propagan a tasas elevadas.
La
humanidad está tomando conciencia de que el alimento es una parte activa en su
sistema inmunológico, y que no vive aislado de la naturaleza sino
que es parte de ella. El consumo de alimentos orgánicos, es
un llamado de atención, es una demanda de una mejor calidad de vida, un pedido
de un mayor cuidado de nuestro mundo y de nuestro cuerpo. Importa no solo que el
alimento sea rico, sino también que sea sano. No solo que sea nutritivo, sino
que además no esté contaminando nuestro cuerpo. Los alimentos orgánicos son un
cambio.
El consumidor no está siguiendo
una corriente comercial que le está imponiendo una marca, un producto o una
moda. Por el contrario, las empresas van adaptándose a un consumidor decidido a
obtener un producto que colme sus expectativas sin importar si por ello debe
pagar más caro el producto.
Ejemplo de alimentos orgánicos: Las verduras, los brotes
y las frutas; Cerdos, pollos, pavos, huevos, conejos; Café, té, hierbas;
Conservas de frutas, verduras, carnes; Almendras, avellanas, damascos, nueces; Jugos
y vinos; Dulces, Mieles, Jaleas: Aceite de Uva, de Oliva, de Girasol; Yogures,
Leches y Quesos
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