Uno de los factores
que influye para tener un mejor sueño, es el tipo de alimento que se elige para la cena,
así como la hora en que se consume.
Lo ideal es cenar a las 7 u 8 de la noche para dar tiempo al proceso de
digestión, el cual en promedio toma un par de horas, pero además es fundamental
que los alimentos que se consuman estén libres de carbohidratos, grasas y no
estén condimentados en exceso.
Los carbohidratos
están presentes en los productos hechos a partir de harina, como el pan, pero si además se acompañan con mermelada
y algún licuado de frutas, resulta muy alto en azúcares y éstos son conocidos
precisamente por incrementar la energía, lo cual redundará en dificultad para conciliar
el sueño.
La carne, sobre todo
si va aderezada con pimienta, ajo u otro condimento fuerte, es un alimento
difícil de digerir, por lo que no es aconsejable elegirla para cenar y
menos aún si se acompaña con refrescos, debido a que el gas que éstos
contienen, hace aún más lenta la digestión.
También van a alterar el
ciclo del sueño, los postres por la noche, sobre todo los
chocolates.
La temperatura de los alimentos también es importante: La temperatura de los
alimentos que se eligen para cenar, si éstos son tibios ejercen un efecto
relajante muy adecuado para lograr conciliar el sueño, y lo de tomar un vaso de
leche tibia es muy cierto. Otras alternativas son una pieza de fruta, una
taza de té, o una rebanada de pan tostado adicionada con queso, o una cucharadita de miel o de mermelada.
También es importante, evitar el ejercicio en horarios muy
cercanos al que se tiene establecido para ir a la cama, el ejercicio te oxigena
tanto que te cargas de energía y esto se contrapone totalmente con el descanso.
Una dieta balanceada
a lo largo del día y una cena ligera dos horas antes de dormir, contribuirán a
que la persona esté bien nutrida, pero también a que consiga un mejor descanso
y, en consecuencia, un óptimo rendimiento para sus actividades cotidianas.
A QUE HORA DEBO COMER PARA
BAJAR DE PESO?
La única verdad si
quieres bajar de peso, es disminuir el número de calorías que consumes en un día. Para lograr bajar o no subir
de peso sin perder el músculo no hay
nada más importante que tomar en cuenta
el tipo de comida que consumes, la hora y la actividad física que realices.
La hora a la que debes comer depende de las actividades que
realices antes y después de comer. Esto significa que si eres muy activo en la
noche y poco activo en la mañana, te convendría más consumir los alimentos
calóricos a la hora de la cena que
a la hora del desayuno.
En diferentes
estudios se ha visto que desayunar ayuda a controlar el peso. Sin
embargo, no es una garantía de que vas a bajar de peso si lo haces. La
razón de los resultados puede deberse a que la gente que desayuna correctamente
tiene menos antojos por hambre a lo largo del día.
Otra razón es que
cuando desayunas rompes el ayuno que llevas de toda la noche y, si tu cuerpo ha
agotado la energía que tenía de tu última comida, va a usar la energía del
músculo (haciendo que pierdas masa
muscular).
Mucha gente cree que
cenar puede engordar, por lo que cenan muy ligero o se saltan la cena..
Saltarte la cena puede hacer que pierdas músculo porque el tiempo de ayuno en
el que dejarás a tu cuerpo (hasta que desayunes al día siguiente) es mucho
mayor que si cenaras.
Sin embargo, cenar
significa comer la última comida del día y lo que generalmente hace la gente
después de cenar es descansar. Por lo tanto, tu cuerpo no necesitará mucha
energía en ese momento y si cenas mucho, tu cuerpo no tendrá forma de gastar la
energía que acabas de consumir y la reservará como grasa. Procura cenar 2 horas antes de acostarte.
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