El refresco es una de las principales causas de obesidad en el planeta,
beberlo causa muchos problemas. Viendo
el estado de la salud en el mundo es increíble que personas informadas sigan
bebiendo gaseosas. Sabemos que beber una lata de refresco es consumir alrededor
de 8 cucharadas de azúcar refinada, y sabiéndolo seguimos consumiéndolas, como
si unos minutos de placer refrescante fueran más importantes que nuestra salud
a largo plazo.
Las razones son:
Asma: El benzoato de sodio que contienen las bebidas
gaseosas es un preservante, aumenta el sodio de la dieta y reduce la absorción
de potasio. Algunas reacciones al benzoato incluyen urticaria recurrente, asma
y eczema.
Problemas de riñones: Los refrescos contienen niveles altos de ácido fosfórico que se han
asociado con cálculos renales y otros problemas de los riñones. Tienen
un efecto desmineralizante del hueso, ya que el fósforo es un mineral que
precipita con el calcio.
Exceso de azúcar: 20 minutos después de beber una gaseosa, el nivel de
azúcar en la sangre sube rápidamente causando una explosión de insulina. Tu
hígado convierte el azúcar en grasa. 40 minutos después, la absorción de
cafeína termina. Las pupilas se dilatan, la presión sube, y cómo respuesta, el
hígado lanza más azúcar a la sangre. 45 minutos después, el cuerpo incrementa
la producción de dopamina, estimulando los centros de placer en el cerebro. Por
cierto, la heroína trabaja de la misma manera.
Obesidad: La relación entre la obesidad y las gaseosas es estrecha, los médicos calculan que por cada
refresco consumido, la probabilidad de desarrollar obesidad incrementa 1.6
veces.
El 70% de
las enfermedades cardiovasculares son causadas por la obesidad. El 42% del
cáncer de colon y de mama es diagnosticado en individuos obesos. El 30% de
operaciones de la vesícula biliar están relacionadas a la obesidad.
Disuelve el esmalte dental: El azúcar y ácido de las bebidas gaseosas disuelven
fácilmente el esmalte de los dientes.
Enfermedades cardíacas: La mayoría de las gaseosas contienen jarabe de maíz
alto en fructuosa, un endulzante que recientemente ha enfrentado muchas
críticas. El jarabe de maíz se ha
relacionado con un riesgo más alto de síndrome metabólico. En el 2006, más de
una en cada 4 muertes fue causada por enfermedades cardíacas.
Complicaciones reproductivas: Las latas de refrescos tienen una cubierta de resina
que contiene (Bisfenil-A), el mismo químico utilizado en biberones, botellas de
agua y contenedores de plástico que arruinan el sistema endocrinológico,
potencialmente causan pubertad prematura y anormalidades reproductivas y
cáncer.
Osteoporosis: Cuando el fosfato es excretado a través de la orina,
jala calcio consigo, así elimina este mineral esencial del cuerpo. El 80% de
las personas que son afectadas por la osteoporosis son mujeres.
Diabetes: Aquellas personas que beben gaseosas frecuentemente
tienen un riesgo 80% más alto de desarrollar diabetes tipo 2. Aproximadamente
el 10% de los costos médicos anuales en Estados Unidos, se deben a la diabetes.
¿Sabías que al consumir una lata diaria de bebida,
aumentas en un 20% los riesgos de padecer enfermedades cardíacas?
En un estudio
realizado por la popular revista American Heart Associattion se
llegó a esa conclusión a diferencia de quienes beben
sin azúcar. Las gaseosas han suprimido a los jugos
naturales y la preferencia por estas se hace cada vez mayor tanto en
niños, jóvenes y adultos.
¿Qué ocurre en tu organismo cuando tomas una bebida
gaseosa?
Los diez primeros
minutos son como si entraran 10 cucharadas de azúcar a tu cuerpo, no
vomitas porque el ácido fosfórico corta el gusto. Puedes evitar estos
procesos dañinos, no abuses de la bebida gaseosa, por muy sabrosa que sea,
puedes resistirte para que tu cuerpo no se resista a generar un organismo saludable.
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