Anticoagulantes y Nutrición
Uno de los problemas
que afecta cada vez a más personas, sobre todo por encima de los cuarenta años
y mucho más a las mujeres, es la alteración de la coagulación de la sangre. Por
una parte, en algunas personas, existe una mayor tendencia a que la sangre se
coagule dentro de los vasos sanguíneos lo que les puede ocasionar trombosis,
embolias y demás problemas cardiovasculares graves. Por otra parte, muchas
personas que han sufrido problemas cardiacos (arritmias, extrasístoles) o han
sido sometidas a cirugía cardiovascular tienen que prevenir que su sangre se
coagule dentro de sus arterias, ya que esos problemas que padecen conducen a
ese riesgo. A estas personas los especialistas les prescriben las medicinas
anticoagulantes de las que hay una gran variedad que va desde la simple
aspirina.
El problema con estos
tratamientos anticoagulantes es que sus efectos se pueden ver alterados por
algunos alimentos, que es preciso conocer. Se trata de evitar un consumo
excesivo de la vitamina K, que abunda en algunos alimentos de uso común.
Todo paciente
sometido a terapéutica anticoagulante debe evitar comer: verduras y hortalizas
de colores amarillo oscuro y de hojas verdes y grandes como la lechuga, la
endivia, todas las coles incluidas coliflor, col rizada y brócoli, las
espinacas, la remolacha, los espárragos y la soya fermentada.
Los alimentos de
origen animal, como la carne y el pescado tienen poca vitamina K excepto el
hígado. También hay que evitar abusar de alimentos muy grasos como la mantequilla,
el tocino, la pastelería industrial y los quesos curados. Los aceites suelen
contener vitamina K, por eso se debe consumir sobre todo aceite de oliva extra
virgen, pero con moderación, no se deben superar las cinco cucharadas al día
repartidas entre todas las comidas. No tomar grasas trans que contienen un derivado similar a la
vitamina K. Deben consultar las etiquetas de los alimentos en los que abundan
estas grasas como son las margarinas, los fritos de bolsa, y las salsas y los
alimentos preparados.
Consumir tres piezas de frutas al día, de cualquier
fruta excepto el kiwi. No se deben consumir frutos como las ciruelas, las uvas
o los higos secos. Pueden consumirse cada día 30 gramos de frutos secos, sobe
todo nueces. También pueden consumirse cereales integrales y legumbres y dos
raciones diarias de lácteos desnatados.
Tips para reducir grasa de la
cadera
Una de las partes del
cuerpo con mayor tendencia a acumular grasa, además del abdomen, es
la cadera. Muchas mujeres parecen de este problema.
Un estudio de la
revista Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, explica que los
hombres tienden a acumular grasa en el área abdominal. Por el contrario, las
mujeres a menudo tienen más grasa en los muslos y caderas. Que en algunos de
los casos puede constituir el principio de
enfermedades como la diabetes, además de las cuestiones estéticas. Departamento de Nutrición de la Harvard
School of Public Health, en Boston, te da algunas recomendaciones:
Establece un plan de
ejercicios cardiovasculares (aeróbicos).Son ejercicios de poca o media
intensidad como el baile, el caminar, trotar, nadar o montar bicicleta. Hacer
tres o cuatro sesiones de al menos 45 minutos de ejercicio a la semana.
Introduce cambios en
tu dieta para incluir más alimentos que combatan la grasa, tales como vitamina
C (frutos cítricos); productos lácteos ricos en calcio: leche, quesos,yogur;
frutos secos.
Evita las comidas
abundantes en grasas como los refritos.
Toma mucha agua y
mantente hidratada; por lo menos un litro y medio al día.
Evita las bebidas y
jugos azucarados. El consumo excesivo de bebidas azucaradas en las mujeres se
asocia con el aumento de peso y acumulación de la grasa en las caderas.
Come verduras y
frutas de temporada. Compra alimentos frescos ricos en antioxidantes como la
manzana. Esto ayudará a eliminar las toxinas de tu cuerpo.
Una buena rutina de
ejercicio y el cuidado de una dieta balanceada te harán sentir mejor y te
ayudarán a tener mejores resultados.
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