Elegir el tipo
adecuado, tomar poca cantidad y moderar la frecuencia, son algunas claves para
disfrutar de este placer habitual en la época estival.
Los helados pueden
tener cabida en una dieta saludable. No obstante, a la hora de consumir estos
alimentos, hay que tener en cuenta el tipo de helado, su calidad, la cantidad
que tomamos y con qué frecuencia lo hacemos.
Existen dos tipos de
helados fundamentalmente: los de hielo y los elaborados a base de productos
lácteos.
No se debe confundir
dulce y helado, mientras un dulce tiene unas 600 calorías por cada 100 gramos,
la misma cantidad de helado puede tener aproximadamente 160 calorías. Pero
cuando al helado le ponemos galleta o, sobre todo, chocolate, estamos mezclando
helado y dulce y entonces las calorías se disparan. El helado de chocolate con
almendras suele llevar grasa vegetal, sobre todo aceite de coco y palma, que
suben el colesterol. Es un tipo de helado que engorda mucho, por lo que no
sería adecuado su consumo de forma cotidiana.
Entre el
helado y el yogur
Otro tipo de
helado que está últimamente de moda es el de yogur, más
ligero que los helados tradicionales. Pero también hay que tener en cuenta
la cantidad que se consume.
Un helado engorda más
que un yogur helado, pero mientras que con el helado tenemos la tradición de
tomar un vasito, el yogur helado suele consumirse en un recipiente más grande.
Esto hace que un yogur helado pueda engordar más que un helado normal, que
normalmente es más pequeño. Para comprender mejor cuántas calorías consumimos
en un helado es necesario saber qué gasto energético hacemos al día. Un hombre
necesita unas 3.000 calorías diarias y una mujer alrededor de 2.200 o 2.300. Esto
se tiene que distribuir a lo largo de todo el día, por lo que en la comida
principal, que debe ser la de medio día, lo normal es que tomemos unas 600 o
700
La mejor hora para
tomar un helado es a medio día o por la tarde. En cambio, hay que evitar
consumir este tipo de alimentos por la noche ya que, en ese momento, los
azúcares no llegan a quemarse debido a la falta de actividad física y se
transforman en grasa. No se debe reemplazar el helado por la fruta, ya que ésta
nos aporta vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
Otro aspecto
importante a la hora de consumir un helado es su calidad. En ese sentido el
helado industrial, de bajo precio, es mucho peor que el artesanal ya que,
muchas veces, para fabricar el industrial se utiliza leche deshidratada y
grasas saturadas.
Para asegurarse de
que el helado lleva buenos ingredientes, una opción es prepararlo en casa.
Lo bueno de hacer el
helado en casa es que se utilizan productos naturales, unos ingredientes que no
se emplean en la fabricación industrial porque resultaría muy caro, no es igual
utilizar en su preparación leche en polvo que leche normal.
Las frutas siguen
siendo insustituibles en la dieta
El helado es un
placer sano, dependiendo siempre de qué tipo de helado, qué cantidad y con qué
frecuencia se va a tomar.
Lo recomendable
Es consumir ciertos
alimentos, como los frutos secos, el alcohol o los dulces, sólo durante el fin
de semana. En el caso de los helados, más allá del sábado y el domingo, podemos
consumir alguno entre semana.
“El helado es mejor que el dulce, pero no tan
bueno como la fruta, por lo que nunca debemos sustituir, aunque tengamos mucho
calor, fruta por helado”.
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