ALIMENTACIÓN
BALANCEADA DESDE LA INFANCIA
En la medida en que
los padres asuman la importancia de combinar y balancear todos los grupos de
alimentos, se logra disminuir el riesgo a que el niño tenga problemas de
malnutrición, obesidad y las repercusiones adversas que traen consigo.
Al margen de preparar dietas que incluyen todos los
requerimientos nutricionales de los pequeños, se deben organizar de manera
eventual talleres dirigidos a las madres de familia para que los regímenes
alimenticios se apliquen también en el hogar. El aspecto de la alimentación se
contempla desde las consultas prenatales a las que cada mes toda gestante debe
acudir en su unidad de medicina familiar. En el seguimiento del embarazo se
vigila el crecimiento y desarrollo intrauterino del bebé, y se hacen las recomendaciones
a la futura madre en cuanto al mejor plan nutricional “y si es necesario, se
dan suplementos vitamínicos para que el niño nazca en las mejores condiciones”.
Una vez que ocurre el
nacimiento, durante los primeros seis meses de vida del bebé, la leche materna
es el alimento recomendado en forma exclusiva, así como las visitas mensuales
al pediatra para vigilar cómo se desarrolla y crece el niño .Las citas
mensuales al pediatra deben continuar a lo largo del primer año de vida, sobre todo porque a partir del sexto mes se
empiezan a incluir papillas en su dieta y más adelante, conforme ocurre la
dentición, alimentos con más consistencia. A partir del año las visitas al
pediatra son más espaciadas, y en este
periodo la leche pasa a ser un complemento de otros alimentos, como carnes,
frutas, verduras y cereales que le aportan proteínas, vitaminas y minerales.
EL
HUEVO
Los huevos constituyen un alimento habitual y básico, su contenido es proteínas (principalmente en la clara) y lípidos ( la yema ), de fácil digestión, son el
componente principal de múltiples platos dulces y salados, y son un complemento imprescindible en
muchos otros platos.
Huevos blancos y morenos: El color de la
cáscara no afecta a la calidad del
contenido.
Ni a su valor nutricional. Los huevos blancos
y los huevos morenos solo se distinguen por el color de su cáscara, en función
de la raza de la gallina que lo ha puesto.
Valor
nutricional por cada 100 gr: Carbohidratos 1.12 g; Grasas 10.6 g; Proteínas 12.6 g;
Vit. A 16%; Acido Fólico 11%; Calcio 5%;
Hierro 10 % Magnesio 3%; Potasio 3%; Zinc 10 %
Polémica
sobre el colesterol:
No es un tema que esté totalmente
zanjado, pero se sabe que el comer tres huevos a la semana sigue siendo
una opción válida. Si se consume sólo la clara, no existe riesgo de
hipercolesterolemia, por no contener lípidos de ningún tipo. Los huevos son
convenientes para las mujeres embarazadas, poseen una sustancia que facilita el desarrollo del sistema nerviosos central del embrión y del feto, ayuda a la memoria en el ser humano, previene de problemas oculares como las cataratas. El huevo duro se caracteriza por
provocar sensación de saciedad.
Conservación y
cuidado:
Los
huevos son la fuente más frecuente de salmonelosis, por lo tanto hay que
lavarlos antes de su uso El peor error es lavar un huevo y guardarlo varios
días para comerlo. Esto permite el ingreso de gérmenes que contaminarán el
alimento. Se deben mantener en sitios refrigerados; al medio ambiente un huevo se puede malograr
en un día, sin embargo en la refrigeradora puede durar cuatro días. Los huevos
pueden ser congelados durante varios meses.
Precauciones en la cocina:
No
consumir huevos que presenten grietas en sus cáscaras.
No deben quedar restos de cáscara en la clara o yema una vez
abiertos. No se debe mantener un huevo abierto fuera del refrigerador.
Determinación de buen estado:
En
un vaso casi lleno de agua, agregue un puñado
de sal y remueva, hasta disolverla; después
introduzca el huevo, si se hunde, está fresco, si se pone a medio vaso tiene
unos días, pero si flota, no es fresco. Esta prueba se basa, en la estructura
interna del huevo, llamada cámara de aire. Esta cámara, al pasar los días, se
llena de aire, y
permite su flotabilidad. Otra interesante prueba, es sacudir el huevo
con la mano cerca de la oreja, si produce sonido está pasado, de lo contrario (si no se oye
nada), está fresco.