Sus orígenes datan desde la época antes de Cristo, pero fue en Suiza (1815) donde
se abrió la primera fábrica para la producción industrial del queso. Se define
queso al producto
fresco o madurado, sólido o semisólido, obtenido a partir de la coagulación de
la leche y posterior separación del
suero.
Las leches que se utilizan habitualmente son
las de vaca (entera o desnatada) que da un sabor de queso más suave, cabra u
oveja (en zonas mediterráneas). En la elaboración de algún queso especializado
como la mozzarella,
se usa la
leche de búfala y en otros casos de camella. .
La grasa de la leche es el nutriente que más
influye en el sabor del queso. La leche entera es la más rica en grasas, pero
en ciertos casos para poder reducir el contenido graso de los quesos se usa su
versión desnatada o semi, lo cual también puede disminuir el sabor del producto
final.
La leche nos proporciona incontables
beneficios para la salud y entre ellos está el reducir el estrés, gracias a la
caseína.
PROPIEDADES
Y APORTES NUTRICIONALES
El queso es fuente proteica de alto valor biológico,
en el se destaca el calcio y fósforo, necesarios
para la remineralización ósea.
Las grasas son de origen animal, y por
consiguiente son saturadas, las cuales influyen muy negativamente ante enfermedades
cardiovasculares y la
obesidad o sobrepeso.
En cuanto a las vitaminas, el queso es un
alimento rico en vitaminas A, D y del grupo B.
Gracias a todos los nutrientes importantes que el queso nos aporta, debe estar presente en una dieta sana y equilibrada, aunque deberá ser consumido con moderación.
Gracias a todos los nutrientes importantes que el queso nos aporta, debe estar presente en una dieta sana y equilibrada, aunque deberá ser consumido con moderación.
La mejor opción es elegir, quesos frescos desnatados,
ricotas, requesón, o versiones de bajo contenido graso, tanto para los niños
como para adultos, ya que solo en este tipo de quesos, se ve modificado su
contenido graso, pero no el resto de vitaminas y minerales.
Las personas con intolerancia a la lactosa o
alérgicas, deben tener especial cuidado, restringiendo su consumo.
ADELGAZAR
A veces los vemos eliminados de las dietas
para adelgazar por su contenido graso.
Una investigación parece indicar que los quesos aceleran el metabolismo, como el resto de los lácteos,
debido a su gran contenido en calcio.
La realidad es que cualquier queso puede
incluirse en una dieta de adelgazamiento, pero debemos prestar atención a las
variedades y en función de su contenido en sodio, grasas y calorías, controlar la cantidad.
Entre los quesos con menos calorías, grasas y sodio,
se encuentran por supuesto, el queso cottage (queso fresco).
Mientras que entre los que más calorías y grasas presentan destaca el queso cheddar y el
parmesano, que si bien tiene mucho calcio y proteínas también es muy rico en
sodio, al igual que el roquefort.
Los lácteos no pueden faltar en un dieta de
adelgazamiento y el queso, que se incluye dentro de este grupo, tampoco puede
estar ausente, pero debemos escoger las versiones más magras y saludables para
lograr perder peso.
ODONTOLOGIA
Estudios en este campo afirman que el queso
puede ayudar de forma significativa en la prevención de caries y
otras enfermedades. Se trata de uno de los alimentos con contenido más alto en
calcio y fósforo, así como de caseína y otras proteínas, qué son
los principales componentes del esmalte de los dientes, por lo que la ingesta
de queso puede ayudar a su remineralización. Muchos tipos de queso estimulan
también el flujo salival,
lo que ayuda a limpiar la cavidad bucal de restos de alimentos.
CONSEJO
Ningún alimento es malo. Todo depende del estado de
salud del paciente, de su actividad, y por supuesto, de saber ponernos límites
para nuestro bienestar.
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