Y con ella vuelven
las ilusiones, nos sentimos más creativos, con ganas de hacer cosas nuevas, la
temperatura se hace más cálida y tenemos ganas de abrir las ventanas y respirar
aire puro que nos renueve, en todos los aspectos
Por otra parte la
dieta durante el invierno ha sido fuerte, energéticamente hablando y hemos
abusado de alimentos como carne, grasas, fritos, productos refinados y
procesados lo que ha generado una acumulación de toxinas en nuestro organismo y
nuestra ropa ya no nos queda también como hace unos cuantos meses atrás,
tenemos el tiempo suficiente para bajar entre 3 o 4 kilos que es lo más
probable que hayamos subido, para prepararnos a lucir esculturales en el verano
que se avecina.
ALIMENTACIÓN
EN PRIMAVERA
Hemos de ir
eliminando los platos fuertes del invierno porqué la energía que necesitaremos
en esta estación ha de ser más
ligera. Debemos tomar más alimentos livianos como verdura, sobre todo de
hoja verde que colaboran en el proceso depurador, germinados, encurtidos y
ensaladas crudas.
No necesitamos
tantas proteínas como
en invierno, así que podemos ir sustituyendo la carne por proteína vegetal
y por pescado preparado de forma más sencilla. Reducir el consumo
de grasas. No se deben
tomar fritos, salsas y alimentos grasos. Podemos seguir tomando aceite pero en
menor cantidad, nunca dejarlo.
La forma de cocinar
también ha de cambiar, debe ser más suave: utilizar más salteados, sancochados,
o al vapor.
Los alimentos más representativos de
la primavera son alimentos que favorecen la función depurativa del hígado, son
diuréticos, favorecen el tránsito intestinal y son ricos en vitaminas y
minerales. Estos son: alcachofa, apio, berros, espárragos, fresas, cerezas y
limón.
LISTA DE
ALIMENTOS DE TEMPORADA:
VERDURAS: acelgas, alcachofas, apio, berenjenas, calabaza,
calabacín, cebollas, coles de Bruselas, coliflor, espárragos, espinacas, alverjitas,
habas, vainitas, lechugas, nabos, pepino, pimientos verdes, puerros, betarraga,
repollo, tomates, zanahorias
FRUTAS: paltas, albaricoques, higos, cerezas, ciruelas,
fresas, frambuesas, limones, kiwis,
manzanas, melocotones, melón, naranjas, nísperos, peras, piña, plátanos, duraznos,
sandía
OPCIONES DE COMIDAS
Una
tercera parte de tu dieta deben ser granos y almidones. Los panes de harina de
trigo integral, arroz integral, cereales calientes como avena, pretzels son buenas opciones.
Otro
tercio de tu dieta debe incluir frutas y verduras. Las frutas frescas y
verduras crudas son las mejores. Conservas de
frutas como los duraznos deben envasarse en su propio jugo o jarabe ligero.
Evita las frutas que han sido envasadas en almíbar.
El
último tercio de tu dieta debe consistir en carne, productos lácteos y, en
cantidades extremadamente limitadas, aceites, grasas y azúcares. No más de 110
a 170 gramos de carne se debe consumir en un día. Las mejores opciones son el
pescado, pechuga de pollo o carne magra. Los lácteos deben ser bajos en grasa o
sin ella. Algunas opciones incluyen la leche descremada, claras de huevo,
queso bajo en grasa o queso fresco o
yogur bajo en grasa. Buenos aceites o grasas, como las nueces, el aceite de
oliva o de linaza, deben utilizarse con moderación en la cocina. Los azúcares
se deben guardar para un regalo especial.
TAMAÑOS DE PORCIONES
La clave para mantener tu dieta a menos de
1.500 calorías se encuentra en los tamaños de las porciones. Esta es la teoría
detrás de la dieta que requiere que dividas visiblemente
tu plato.
La mitad de tu plato debe estar lleno de
frutas y vegetales, una cuarta parte debe ser almidones y la cuarta parte
restante debe ser carnes y lácteos.
Medir el tamaño de las porciones es fácil. Tu
puño cerrado es aproximadamente el tamaño correcto para una porción de hidratos
de carbono, mientras que una porción de carne debe ser igual al tamaño de la palma de tu mano.
DESDE EL PRÓXIMO LUNES LES ENVIARÉ RECETAS DE ENSALADAS PARA QUE VARÍEN SUS MENÚS