El resfriado,
conocido también como catarro, es una infección menor de origen viral que
afecta a las vías respiratorias, principalmente a la nariz y la garganta,
llegando en ocasiones a la tráquea y a los bronquios. Una misma persona puede
contraer esta enfermedad varias veces al año, siendo las épocas más proclives
para ello el comienzo del otoño, la primavera y hacia la mitad del invierno, es
una enfermedad que transcurre sin complicaciones, y entre los tres y los siete
días, los síntomas comienzan a desaparecer.
Comer una dieta
poco abundante los primeros días: El cuerpo
necesita todos los recursos para combatir la enfermedad. Su dieta debe
consistir en vegetales y frutas que resultan más digeribles y que proporcionan
vitaminas y minerales
Comer alimentos
con propiedades antioxidantes: Para eliminar
las toxinas que produzca la infección y fortalecer al organismo para rechazar
nuevas invasiones. Entre todos los tipos de alimentos antioxidantes
mencionaremos los siguientes:
Alimentos ricos en
vitamina C: Aunque no cure el resfriado, puede aliviar los
síntomas y reducir el tiempo de duración del mismo. Los cítricos, como
naranjas, limones o toronjas, los pimientos, las verduras de hojas verde oscuras,
como las coles o el brócoli, son buenas fuentes de esta vitamina.
Alimentos ricos
en vitamina A: Se obtienen de alimentos de origen animal, como el hígado,
pescado, mantequilla, etc. Sin embargo, para los que prefieran una alimentación
vegetal la pueden conseguir ingiriendo zanahoria y tomate
Comer alimentos
que refuercen el sistema inmune: Entre estos
alimentos merece la pena nombrar al ajo o la cebolla.
Ambos tienen propiedades bactericidas, antivirales e inmunoestimulantes. Los
alimentos que contienen vitamina B también ayudan a fortalecer el sistema
inmune. Son buenas fuentes las verduras de hojas verde oscuras, como la col,
coliflor, brócoli, los cereales integrales o el grupo de las menestras.
Beber abundante
líquido: Para mantener nuestras mucosas hidratadas. El cuerpo
durante un resfriado produce una cantidad elevada de mocos que permiten
establecer una barrera en la nariz que limitará el paso a otros
microorganismos. Por otra parte, las infecciones generan muchas toxinas que
deben eliminarse a través de la orina, no olvidemos que los resfriados se curan
aumentando el calor y este provoca sudoración.
Comer alimentos
ricos en Zinc: Se ha comprobado que ayuda a
acortar la duración de un resfriado. Los vegetales son una buena fuente de este
mineral: el apio, los espárragos, los higos, las papas, o las berenjenas.
Comer alimentos
ricos en proteínas: Una manera de obtener proteínas, para aquellos que no
deseen obtenerla de alimentos animales, es recurrir a los frutos secos, a las
legumbres o a los cereales integrales.
La leche: Tomada bien caliente aporta los nutrientes necesarios (hierro, calcio y
proteínas) para que el organismo pueda aumentar las defensas. Es mejor tomarla
descremada. Para aumentar sus propiedades le podemos añadir una buena cucharada
de miel o un pedacito de kion molido.
Bebidas
alcohólicas. Es muy conocido el remedio casero que consiste en mezclar el zumo de un
limón en medio vaso de agua caliente y añadirle una copita de ron y una cucharada
de miel. Los que no sufran de hipertensión podrían mejorar los síntomas
del resfriado.
Un sugerente menú
en caso de resfriado
Desayuno: Zumo de
naranja, leche con miel y galletas.
Almuerzo: Puré de
verduras, pechuga de pollo a la plancha con arroz, compota de manzana.
Media tarde: Yogur con frutos secos, infusión.
Cena: Sopa de
fideos, tortillas del vegetal que más le guste, con tomate y una mandarina
Antes de
acostarse: Una infusión.
RECETA. Un cuarto de litro de leche hervida con 12 higos secos durante 1/4 de
hora. Tomar el líquido resultante una vez filtrado y endulzado, nos sirve como
mucolitico
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