Los padres deben saber comportarse con sus niños
pequeños, para que crezcan sanos y que se alimenten de una manera saludable.
Una alimentación completa y equilibrada
mantiene la salud y previene enfermedades.
Se consigue con una dieta variada que incluya todos
los grupos de alimentos. Si los niños empiezan desde el principio a comer de
todo, se acostumbran para siempre
La dieta tiene que ser muy
sana.
Consiste en comer muchos vegetales (frutas, verduras,
hortalizas, legumbres), cereales (pan, pasta, arroz) y más aves y pescado que
carne roja. Cocinar con aceite de oliva y poca sal, mejor yodada.
Es bueno repartir lo que se come en 5
comidas.
Desayuno, comida y una cena ligera. Además, a media
mañana y merienda, es mejor una fruta fresca o un sanguche; que un zumo
envasado. No hace falta “picar” nada más.
Los niños aprenden a comer imitando a los mayores.
Los niños aprenden a comer imitando a los mayores.
Comer despacio, masticando bien, sentados en la mesa, con
la familia. Sin TV.
Siempre un buen desayuno antes
de ir a clase
Lácteo, cereales (pan) y fruta (una pieza entera o
zumo natural. Mejora el rendimiento físico e intelectual y evita la obesidad.
Todos los días frutas, verduras y
hortalizas.
Se recomiendan 5 raciones al
día. Dos o tres deben ser frutas enteras y a mordiscos. . No más de un vaso de
zumo natural, recién hecho, al día.
El agua
Es la única
bebida necesaria y más sana que cualquier refresco, zumo o batido.
Evite la comida pre cocinada
Y los alimentos con grasas saturadas, trans o
hidrogenadas y aceites de coco y palma (lea las etiquetas). Si toma dulces y
aperitivos salados que sean con moderación.
Cocine a la plancha, en el horno, al vapor y menos fritos, apanados y rebozados.
Cocine a la plancha, en el horno, al vapor y menos fritos, apanados y rebozados.
Deje que su hijo decida cuánto
quiere comer.
Tenga confianza: mejor
ofrecer, no obligar. Los niños comen la cantidad que necesita su cuerpo, no
la que nosotros queremos.
La comida no es un castigo; ni
tampoco debería ser un premio.
Conseguir una
hora de ejercicio todos los días: correr en el patio, pasear, subir las
escaleras, sacar al perro o ir andando o en bici al colegio. Además, 5 veces a
la semana un poco de deporte; es muy divertido
en compañía
Crees
que obligar a tu hijo a dejar el plato limpio le ayudará a alimentarse mejor,
pero te equivocas. Descubre por qué.
Se
ha demostrado que al obligar a un niño a tomar ese poco más, trastocamos
su capacidad innata
de ajustar su ingesta a la energía que
necesita. Ellos reconocen y responden mejor a sus señales de
hambre y saciedad que nosotros.
Dieta
insana
Presionarles para que coman frutas y verduras se asocia con una menor ingesta de estos alimentos.
¿Cuánto
es lo justo?
Un
niño que solo se come la mitad de la comida que él mismo se ha servido., es un
niño normal.
Ante
todo, mucha calma
Si la primera vez que le sirves a
tu hijo brócoli le presionas para que se lo coma, esa presión puede
afectar a su estado emocional, y esos sentimientos negativos quedarán para
siempre unidos al brócoli. ¿Resultado? Según los expertos, rechazará ese alimento durante buena parte de su infancia.
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