miércoles, 24 de junio de 2015

EL MUNDO PERFECTO PUEDE EXISTIR

Mitos confusiones y realidades de la salud
Hace años se decía que las hormonas son necesarias cuando la mujer entra al climaterio. Luego de dos décadas se supo que no todas somos candidatas a recibir una terapia de remplazo hormonal y que debía ser aplicada por tiempos reducidos. Recuerdo que esa noticia causo una especie de terremoto, aumentando en ese, momentos los miedos y las dudas de las personas.

Sobre el ejercicio hay otro mito. Se solía creer que el dolor muscular posterior al trabajo realizado se producía por un aumento del ácido láctico, desde hace muchos años se sabe que el dolor se produce por micro rupturas del musculo, debido básicamente a una sobre exigencia en el ejercicio, sea por intensidad, carga de pesos inadecuada, duración etc.
Y como estos ejemplos encontramos otros respecto a las grasas. Generalmente se ha dicho que las grasas de origen animal son las malas y las de los vegetales son las buenas, responsabilizando a las primeras de todos los problemas cardiovasculares y atribuyendo a las segundas la prevención. Por ello quitamos las grasas antes de cocinar los alimentos, tomamos leche descremada y seguimos todas esas indicaciones ya conocidas.

Pero la ciencia no es estática y siempre se revisan los viejos conceptos. Hace algunos meses se publicaron en la Revista Open Heart los resultados de un meta-análisis, que está tirando por la borda todo lo que sabíamos.  Científicos han hecho una nueva revisión de estas afirmaciones, comparándolas con la información que las sustentaba y han llegado a la conclusión que las pruebas no respaldaban las recomendaciones sobre las grasas para reducir  el riesgo de enfermedad y muerte por enfermedad cardiaca.
Como comprenderán esta información sacudió el globo y ante  tremenda situación que se armó, los editores de la revista científica del Reino Unido, han pedido prudencia. En el afán de buscar el equilibrio en las decisiones, explicaron que si la grasa saturada siempre ha sido considerada en la nutrición como la mala de la película, no podemos dejar de lado otros nutrientes que pueden también ser un riesgo, refiriéndose a los carbohidratos.

Como ustedes recuerdan en esta columna hemos explicado varias veces que hay rutas bioquímicas por las cuales se forma colesterol a partir de los azucares o carbohidratos.
Y añado a todas estas informaciones que no existe alimento bueno o malo, pues estamos dándole demasiada importancia a la nutrición como único eje de la salud.
Nos olvidamos que es el conjunto de acciones y decisiones que día a día tomamos o realizamos, la que logrará la buena salud. Y cuando digo un conjunto de acciones me refiero a que el ejercicio, a disminuir o controlar el estrés, la forma de pensar y llevar la vida y el buen descanso son igual de importantes que la nutrición.

De nada sirve la mejor dieta o alimento si no se acompaña con ejercicio. Pues este es el que sensibiliza el musculo para utilizar la insulina. Es el musculo el que quema la grasa o disminuye su porcentaje. Comer bien y hacer ejercicio, no tendrán efecto si no tenemos un buen descanso. Si vivimos con estrés o si nuestros pensamientos diarios son negativos, o pesimistas.
Como bien explica el coach Víctor Hugo Visval,  “Mucho estrés o caminar con la tristeza como novia que arrastra la cola aumenta el cortisol, una hormona causante de muchos problemas  de salud”
El mundo perfecto puede existir si mantenemos moderación en todo lo que comemos, si hacemos ejercicio diario, si conservamos el buen sentido del humor y el descanso reparador.

Extraído de la Revista Somos del Diario el Comercio 
Publicado 30 de Mayo del 2015.
Artículo escrito por la Nutricionista Milagros Agurto.

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