Mitos confusiones y
realidades de la salud
Hace años se decía que las hormonas son
necesarias cuando la mujer entra al climaterio. Luego de dos décadas se supo
que no todas somos candidatas a recibir una terapia de remplazo hormonal y que
debía ser aplicada por tiempos reducidos. Recuerdo que esa noticia causo una
especie de terremoto, aumentando en ese, momentos los miedos y las dudas de las
personas.
Sobre el ejercicio hay otro mito. Se solía
creer que el dolor muscular posterior al trabajo realizado se producía por un
aumento del ácido láctico, desde hace muchos años se sabe que el dolor se
produce por micro rupturas del musculo, debido básicamente a una sobre
exigencia en el ejercicio, sea por intensidad, carga de pesos inadecuada,
duración etc.
Y como estos ejemplos encontramos otros
respecto a las grasas. Generalmente se ha dicho que las grasas de origen animal
son las malas y las de los vegetales son las buenas, responsabilizando a las
primeras de todos los problemas cardiovasculares y atribuyendo a las segundas
la prevención. Por ello quitamos las grasas antes de cocinar los alimentos,
tomamos leche descremada y seguimos todas esas indicaciones ya conocidas.
Pero la ciencia no es estática y siempre se
revisan los viejos conceptos. Hace algunos meses se publicaron en la Revista
Open Heart los resultados de un meta-análisis, que está tirando por la borda
todo lo que sabíamos. Científicos han
hecho una nueva revisión de estas afirmaciones, comparándolas con la
información que las sustentaba y han llegado a la conclusión que las pruebas no
respaldaban las recomendaciones sobre las grasas para reducir el riesgo de enfermedad y muerte por
enfermedad cardiaca.
Como comprenderán esta información sacudió el
globo y ante tremenda situación que se armó,
los editores de la revista científica del Reino Unido, han pedido prudencia. En
el afán de buscar el equilibrio en las decisiones, explicaron que si la grasa
saturada siempre ha sido considerada en la nutrición como la mala de la
película, no podemos dejar de lado otros nutrientes que pueden también ser un
riesgo, refiriéndose a los carbohidratos.
Como ustedes recuerdan en esta columna hemos
explicado varias veces que hay rutas bioquímicas por las cuales se forma
colesterol a partir de los azucares o carbohidratos.
Y añado a todas estas informaciones que no
existe alimento bueno o malo, pues estamos dándole demasiada importancia a la
nutrición como único eje de la salud.
Nos olvidamos que es el conjunto de acciones
y decisiones que día a día tomamos o realizamos, la que logrará la buena salud.
Y cuando digo un conjunto de acciones me refiero a que el ejercicio, a
disminuir o controlar el estrés, la forma de pensar y llevar la vida y el buen
descanso son igual de importantes que la nutrición.
De nada sirve la mejor dieta o alimento si no
se acompaña con ejercicio. Pues este es el que sensibiliza el musculo para
utilizar la insulina. Es el musculo el que quema la grasa o disminuye su
porcentaje. Comer bien y hacer ejercicio, no tendrán efecto si no tenemos un
buen descanso. Si vivimos con estrés o si nuestros pensamientos diarios son
negativos, o pesimistas.
Como bien explica el coach Víctor Hugo
Visval, “Mucho estrés o caminar con la
tristeza como novia que arrastra la cola aumenta el cortisol, una hormona
causante de muchos problemas de salud”
El mundo perfecto puede existir si mantenemos
moderación en todo lo que comemos, si hacemos ejercicio diario, si conservamos
el buen sentido del humor y el descanso reparador.
Extraído
de la Revista Somos del Diario el Comercio
Publicado
30 de Mayo del 2015.
Artículo
escrito por la Nutricionista Milagros Agurto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario