Alimentar bien a su
corazón es una poderosa forma de reducir o eliminar algunos factores de riesgo.
Adoptar una estrategia nutricional saludable para el corazón puede reducir
estos parámetros: el colesterol total, la presión arterial, el azúcar sanguíneo
y el peso corporal. Muchos planes dietéticos solo hablan de lo que NO se puede
comer, la estrategia nutricional más poderosa ayuda a enfocar que es lo que SI
puede comer. La investigación de enfermedad cardíaca ha evidenciado
que agregar comidas protectoras del corazón es tan importante como
eliminar otras.
Estrategias
nutricionales para reducir su riesgo:
Aumentar vegetales,
frutas, granos enteros y legumbres. Son pilares de la nutrición para prevenir
la enfermedad cardíaca.
Reduzca calorías grasas sabiamente con
tres metas:
·
Limite la ingesta total de grasa
·
Coma un mínimo de grasas saturadas y
·
Utilice aceites como el de oliva.
Coma proteínas variadas.
Comúnmente las
proteínas ingeridas (carne, derivados de la leche) están dentro de los
principales causantes de elevar el riesgo de enfermedad cardiaca. Reduzca este
factor balanceando fuentes de proteína animal y vegetal.
Limitar el colesterol
en la dieta eliminando al máximo grasas saturadas y trans presentes en carnes
grasas, margarinas, cremas, mantequillas y productos de repostería popular como
panes, pasteles, galletas, donas, tortas, etc.
Ingiera carbohidratos complejos y limite los simples.
Coma la mitad de sus
calorías como carbohidratos complejos (pastas, papa, granos enteros). Limite
los carbohidratos simples (dulces, mieles), nunca use azúcar en bebidas (café,
tés, jugos) y evite gaseosas, jugos industriales bebidas energéticas y
energizantes. Si tiene colesterol alto estos carbohidratos simples exacerban la
condición aumentando el riesgo de enfermedad cardiaca.
Distribuya las comidas y meriendas en un estilo
amigable para el corazón.
Comer de 5 a 6
comidas pequeñas es la mejor forma de controlar el azúcar sanguíneo, quemar
calorías más eficientemente y regular los niveles de colesterol. En lo posible
no beba ningún tipo, de bebida alcohólica. Además de la fuerte toxicidad, cada
gramo de alcohol tiene casi el doble de calorías de un gramo de azúcar. Ninguna
cantidad de alcohol es saludable para el organismo humano, mucho menos para el
corazón.
Disminuya el consumo de sal (menos sodio) para bajar la
presión sanguínea. Agregar comidas ricas en otros minerales (potasio, magnesio
y calcio) es esencial. Consuma productos lácteos y otros con bajo o mínimo
contenido graso. Revise la información en las etiquetas y que sean libres de
grasas trans.
Evite al máximo los alimentos ultra procesados,
Los embutidos,
frituras empacadas (papas fritas especialmente procedentes de sitios que
emplean grasas de mala calidad y estándares inferiores de salubridad). Evite la
llamada comida chatarra: morcillas, asaduras, empanadas y tamales, rosquillas
fritas en aceites baratos, sopas de restaurantes. Evite los que son muy económicos. Son sospechosos.
Prescinda de la “vitamina Ch”: Chinchulines, chorizos,
chancho, salChichas, salChichones.
Otras
estrategias amigables para el corazón: Ejercítese todos los
días. El cuerpo humano fue diseñado para ser activo. El ejercicio fortalece el
músculo cardíaco, mejora el flujo sanguíneo, reduce la presión
arterial, incrementa el colesterol HDL (bueno), controla el azúcar sanguíneo y
el peso corporal. Además reduce los niveles de estrés y ansiedad. La caminata
es el deporte perfecto e ideal para el ser humano. Sume mínimo 45 minutos
diarios de marcha rítmica y moderada. Hidratese correctamente, el agua es vital
(salvo en quienes tengan restricción de líquidos). Disfrute cada bocado, se
sentirá mejor y más positivo acerca de la vida. Un beneficio adicional es que
usted come menos de lo que le gusta, le ayuda a controlar su peso y a reducir
sus niveles de colesterol.
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