EL colágeno es
una proteína esencial presente en una de cada cuatro moléculas que componen el
cuerpo. La fibra de
colágeno se mezcla con facilidad con una amplia gama de sustancias y
minerales produciendo notables efectos en la arquitectura tisular
.
Su concentración se reduce con la edad
La proporción
de colágeno en el cuerpo empieza a reducirse de forma paulatina a
partir de cierta edad. De los 20 a los 30 años, se pierde aproximadamente un
1,5% de colágeno por año de edad. Esto se acelera sensiblemente a
partir de los 45 años, llegando a sufrir una reducción del 35% en la
fabricación de colágeno por el cuerpo a partir de los 60 años.
A este hecho se le responsabiliza del
envejecimiento: pérdida de elasticidad y tersura en la piel, cabellos y
uñas; dolores en las articulaciones y en los músculos; deterioro en la vista,
deficiencias circulatorias y linfáticas, molestias en dientes y encías etc.
Si desapareciera de repente de nuestro organismo todo
nuestro colágeno nos convertiríamos en un ser sin forma como ese juguete
de los niños el blandi blu. Su estructura de proteína de triple hélice hace que
sea muy flexible y resistente.
El colágeno y la nutrición
Hay una estrecha
relación entre el envejecimiento prematuro y la nutrición. Los
aminoácidos que conforman a las proteínas, los obtenemos de los alimentos. El
organismo necesita aminoácidos constantemente y muchos de ellos son de los
llamados esenciales (que no los produce el organismo, sino que hay que
ingerirlos como tales).
Alimentos naturales que nos
ayudan a producir
colágeno
La vitamina C, ayuda en la producción de
colágeno. Consumir una dieta balanceada y rica en nutrientes es importante para
mantener sanos los tejidos corporales.
El colágeno es una proteína rígida que comprende el 30 por ciento del
contenido de proteína de tu cuerpo.
Los alimentos ricos en lisina pueden ayudar a
producir colágeno. Las fuentes de proteínas son especialmente ricas en este
aminoácido esencial e incluyen las carnes rojas, de aves, de cerdo, el bacalao,
las sardinas, el queso parmesano y los huevos. Las fuentes vegetales de
proteínas también pueden suministrar algo de lisina incluyendo productos de soya,
legumbres, nueces y semillas.
La vitamina C juega un papel importante en el
mantenimiento de la estructura de tus tendones, ligamentos y huesos. Las frutas
y verduras son buenas fuentes de vitamina C. Una buena elección de frutas son
las naranjas, fresas, tomates. Buenas opciones de vegetales incluyen papas,
brócoli y pimientos.
Las proteínas como el
colágeno y la elastina son ejemplos de dos proteínas que dan fuerza y soporte a
la piel, los huesos y los tendones.
En la actualidad
Esta degradación se puede ralentizar
aportando a nuestra dieta colágeno asimilable, Podríamos evitar la
suplementación con colágeno simplemente con nuestra dieta pero la mayoría de
los alimentos con un alto contenido en colágeno son poco recomendables para una
dieta diaria, bien sea por su alto contenido en grasa (embutidos) o en azúcares
(postres gelatinosos). El colágeno hidrolizado: nos ayuda a sintetizar mucho
más colágeno propio. Una ingesta menor de 10 gramos al día ha resultado
inefectiva. Las cápsulas y pastillas de colágeno pueden contener, como mucho, 1
g, Por esta razón, algunas presentaciones están en forma de polvo soluble, que
se puede ingerir disuelto en cualquier alimento líquido: leche animal o
vegetal, sola o con cacao, café o té; yogures líquidos, batidos, zumos,
infusiones, agua, etc.
Efectos secundarios
Con la ingesta de 10 gramos/día no se han
encontrado efectos secundarios adversos ni contraindicaciones, esta dosis
corresponde a un 17-22% de la ingesta proteica diaria recomendada por la OMS
para adultos. Los enfermos de riñón o hígado deben consultarlo con su médico,
además los fenilcetonúricos tampoco pueden tomarlo por la Fenilalanina que
contiene.
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