¿En que usa nuestro organismo los minerales?
Los minerales, son
necesarios en pequeñas cantidades. En una alimentación rica y balanceada que
provee al cuerpo con suficientes minerales (calcio, magnesio, cloro, hierro,
yodo, zinc). Las verduras, frutas, ensaladas, productos de grano entero,
pescado y carne contienen estos elementos. La carencia crónica de algunos
de ellos provoca enfermedades específicas que desaparecen al aportarlo a la
dieta. Los minerales en el organismo forman parte de tejidos como hueso y
dientes, regulan el impulso nervioso al músculo, el intercambio de iones en las
membranas celulares, el equilibrio del medio interno e intervienen como
factores de enzimas regulando el metabolismo.
¿Qué importancia tiene el calcio y el magnesio y que sucede si hay carencia?
El 99% del Calcio
forma parte de los huesos y de los dientes. El 60% del Magnesio se combina con
el Calcio y el Fósforo en el tejido óseo. El hueso se forma y se destruye
constantemente. Su regulación, absorción y utilización para una adecuada
mineralización, depende de diferentes hormonas, vitaminas y minerales.
Si hay carencia se
produce falta de mineralización ósea conocida como osteoporosis, en los niños
se altera el crecimiento y se produce el raquitismo, en los adultos se presenta
la osteomalacia, donde predominan los dolores óseos y la debilidad
muscular.
Algunos factores que
favorecen la pérdida de masa ósea son: hormonales (déficit de estrógenos),
falta de ejercicio físico, edad avanzada, aporte insuficiente de Calcio,
Fósforo y Magnesio durante mucho tiempo. La leche y derivados contienen
grandes cantidades de calcio. Los pescados, huevos, frutas, verduras y pan lo
contienen en menor proporción y menos absorbible. El magnesio abunda en
numerosas verduras, hortalizas, cereales, frutos secos, legumbres y
chocolate.
¿Qué sucede si hay carencia de hierro y en que alimentos se encuentra?
El déficit de Hierro es
la enfermedad más frecuente. Los grupos con mayor riesgo son: los niños, adolescentes,
embarazadas, ancianos, adolescentes gestantes. Se manifiesta por la presencia
de anemia, que se corrige con dietas de alto contenido en Hierro absorbible y
con suplementos de Hierro. Las fuentes son: vísceras, carnes, hígado,
huevo, pescado, moluscos y mariscos. Las fuentes de origen vegetal y
legumbres, no se absorben fácilmente.
¿Cómo quitar la acidez?
¿Cómo quitar la acidez?
La acidez o ardor estomacal es una dolencia
muy común. Sus síntomas son una quemazón en la boca del estomago muy molesta. Hay
personas con mayor predisposición a sufrirla, aunque en algún momento, todos
podemos tenerla. Beber una gran cantidad de agua ayudará a aliviarla. Tomar
infusiones es muy recomendable. Por último, hay que evitar el alcohol, las
comidas picantes, con exceso de condimentos y grasas, las bebidas con gas o los
zumos azucarados. Es mucho más recomendable consumir frutas y verduras crudas.
Respecto a la manera de cocinar, es mucho más saludable prescindir de los
fritos. La mejor forma, y más sana, es preparar los alimentos al horno o a la
plancha, condimentados con sal y limón.
¿Que dieta debo seguir para la colitis ulcerosa?
Lo que te produce las continuas diarreas no
es la alimentación, sino la extensión y gravedad de la inflamación que sufre tu
intestino. No existe ningún tipo de dieta que consiga disminuir los brotes de
colitis ulcerosa. Ciertos tipos de alimentos pueden empeorar la diarrea y los
síntomas de gases. Este problema puede ser más grave durante los momentos de
enfermedad activa. Las sugerencias para la alimentación comprenden: Comer cantidades pequeñas de
alimento a lo largo del día. Beber mucha
agua (cantidades pequeñas en el día).Evitar los alimentos ricos en fibra. Evitar los alimentos grasos, grasosos o fritos y
las salsas. Limitar los productos lácteos si
tiene intolerancia a la lactosa. Los productos lácteos son una buena fuente de
proteína y calcio. El
paciente debe seguir una dieta normal, lo más libre y variada posible, adecuada
y equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales. Y si algún día algo te
sienta mal; hay que volver a probarlo más adelante. A todo el mundo, en algún
momento, nos puede sentar mal un alimento o bebida, y no por ello se elimina de
nuestra dieta. De lo contrario, el riesgo es que nuestra dieta se vuelva pobre
y monótona.