La planificación
nutricional debe ser tan importante como la planificación de la rutina de
ejercicios. Hay muchísimos mitos porque hay muchísimas tendencias. Uno de los
principales problemas es que la gente no entiende cómo funciona su
cuerpo.
El deportista
identifica los alimentos buenos y los malos, pero como no conoce las
necesidades de su cuerpo no sabe qué consumir antes, durante y después del
ejercicio.
Hay una dieta
perfecta
La fórmula 60-20-20
parece ser la más recomendada por los especialistas para las personas que hacen
ejercicio, sin embargo no se puede tomar como algo absoluto.
No hay una dieta
perfecta general, sino que es mejor individualizar las necesidades de las
personas.
Los 60% de
carbohidratos, 20% de grasas y 20% de proteínas puede ser la receta ideal para
un individuo, pero para otro le puede convenir la de 40-30-30.
Estas variables
pueden también ser muy diferentes dependiendo de la cantidad de entrenamiento y
el tipo de ejercicio que se realiza.
Son necesarias
las proteínas justo después del ejercicio
En los gimnasios
suele aparecer la persona musculosa bebiendo un batido de proteínas para
recuperar las pérdidas durante el ejercicio.
Para obtener el mejor
rendimiento se debe distribuir el consumo de proteínas a lo largo del
día. Pero esta práctica no es la que se recomienda, más allá de las
necesidades de cada individuo. Otro elemento es que las personas también tienen
diferentes niveles de tolerancia para las proteínas, que además del elemento
genético va cambiando por el tipo de ejercicio y la intensidad con que se
practica.
Se debe comer
mucha pasta y carbohidratos
No por comer se va a
crear más músculo. Lo que se debe cubrir son todas las necesidades
nutricionales de los músculos durante el entrenamiento.
Los carbohidratos no
influyen en sesiones de ejercicio cortas o de baja intensidad.
Investigaciones
muestran también que los carbohidratos no tienen efecto para mejorar el
rendimiento en períodos de entrenamiento menor a los 90 minutos.
Esto ocurre porque en
las sesiones de ejercicios cortas y con poca intensidad no se agotan totalmente
los niveles musculares de glucógeno. La carga de carbohidratos sólo va a ser
útil en situaciones en las que las reservas de glucógeno se agotan, es decir,
cuando se exige al cuerpo más de 90 minutos o de mucha intensidad.
Cualquier
bebida energética sirve
Se han hecho muchas
investigaciones sobre la mayoría de las bebidas que determinan que hay una
fórmula básica que se comparte, que combina una concentración de ingredientes
que ayudan al organismo a la práctica del deporte.
Cada bebida
energética posee ciertas propiedades que benefician a ciertas personas y que
depende del ejercicio que se practica.
Pero lo cierto hay
muchas diferencias que hace que un producto sea más efectivo para un deporte o
para determinado individuo, sin descartar que el agua es en general el único
líquido que necesita la mayoría de las personas que hacen ejercicio de forma
moderada.
Se destaca que hoy la
legislación hace que la etiqueta nutricional permita identificar que es lo que
contienen cada bebida y saber pará que es mejor. Algunas tienen más hidrato de
carbono, otras con más proteínas, otras con más vitaminas o minerales.
Puedo comer de
todo
El deporte en sí no
permite que una persona pueda comer de todo.
No todas las personas
pueden ingerir cantidades de calorías similares a los deportistas de élite.
Hay alimentos que son
de más fácil digestión para determinado tipo de persona, como sucede con las
proteínas.
Cada alimento tiene
muchísimas propiedades y podría salir una dieta por cada uno de ellos, pero al
final es el propio deportista el que tiene que saber cómo funciona su cuerpo.
No hay alimentos milagrosos que te van hacer mejorar el rendimiento ni
adelgazar, sino que hay buenos hábitos y malos hábitos.
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