Se ha demostrado que
las personas que realizan actividad física se perciben más saludables, con
menos estrés y presentan mejor estado anímico que aquellas que no realizan
ningún tipo de actividad. La práctica regular de cierta actividad física mejora
los niveles de ansiedad y depresión e incide beneficiosamente sobre otras
emociones, contribuyendo todo esto al bienestar psicológico de las personas.
Entonces es fundamental: fomentar un estilo de vida activo y saludable, basado
en una dieta variada, moderada y equilibrada, incluyendo unos niveles
"adecuados" de hidratación y la práctica regular de actividad física
son fundamentales para promover el bienestar de la población y evitar el
sobrepeso y la obesidad.
Diversos estudios sugieren que
existe una relación causal entre actividad física y reducción de síntomas
depresivos como consecuencia del aumento de la liberación de endorfinas. La
actividad física mejora la autoestima, permite compartir una actividad con la
familia y los amigos y ayuda a conciliar y a mejorar la calidad del sueño.
Igualmente se ha observado que la actividad física mejora el control de la
tensión arterial, el perfil lipídico, la glucosa en sangre, potencia la masa
muscular y aumenta el contenido mineral óseo, con la consiguiente mejora de la
salud ósea, muscular y cardiovascular. En el caso de los niños, la actividad
física les ayuda a establecer unos hábitos de vida cardiosaludables y combatir
los factores que favorecen el desarrollo de enfermedades en la edad adulta.
La importancia de la
buena hidratación
Desde hace años la
hidratación está tomando una relevancia creciente dentro de la nutrición, tanto
para profesionales como para la población en general, lo que ha permitido tomar
conciencia de su importancia para la vida diaria, grupos específicos de
población y situaciones y condiciones ambientales determinadas. Actualmente,
existe una mayor concienciación sobre la importancia de estar correctamente hidratado
a lo largo del día, y en especial ante circunstancias o condiciones ambientales
determinadas.
La deshidratación
también afecta a la toma de decisiones y la función cognitiva, traduciéndose en
un descenso de la productividad y aumento del riesgo de accidentes
laborales y de otra índole por lo que mantener una correcta hidratación es
especialmente relevante cuando se realizan tareas intelectuales o que requieran
la atención y estado de alerta de las personas.
Nuestro
organismo no almacena el agua, por lo que la cantidad que perdemos diariamente
debe restituirse mediante la ingesta de agua y otros líquidos, y alimentos con
un alto contenido en agua, de forma periódica y rutinaria.
Beneficios
de una buena hidratación: Si bebes suficiente agua, no sólo cuidarás
tu salud y podrás mejorar tu dieta, sino que además, podrás disfrutar de los
siguientes beneficios estéticos:
Reduce el riesgo de
sufrir retención de líquidos y revierte la hinchazón que ésta genera.
Mejora visiblemente
la piel,
la piel y los cabellos se ponen suaves y brillantes.
Ayuda a eliminar
toxinas
que pueden generar enfermedades.
Disminuye el riesgo
de tener celulitis y várices, porque una adecuada hidratación mejora la
circulación sanguínea, lo cual permite una correcta oxigenación de cada tejido
así como la eliminación de sustancias de desecho y la llegada de nutrientes.
Ayuda a prevenir el
sobrepeso y a reducir kilos si lo buscamos, ya
que el agua brinda saciedad, distiende el estómago y ayuda a controlar lo que
comemos,
Beber
suficiente agua a
diario además de ser un gran recurso para cuidar la salud, es muy útil si
deseamos mejorar nuestra estética y apariencia física.
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