El estilo
de vida ha cambiado radicalmente desde que se introdujo en nuestras cocinas,
hasta el extremo que se nos antoja impensable no disponer de uno en casa. Las
bondades del microondas se basan, fundamentalmente, en su rapidez para calentar,
en la comodidad y sencillez de su uso,
lo que ha permitido a este electrodoméstico adaptarse perfectamente al actual
modo de vida. El horno microondas ofrece muchas más posibilidades que el
calentamiento de los alimentos, y se puede utilizar incluso para elaborar
sofritos y salsas.
Funcionamiento de las microondas
Posee una
fuente emisora de ondas electromagnéticas, las microondas, que provocan una
fricción entre las moléculas de agua del interior del alimento, lo que produce
calor que se transmite al resto de moléculas por contacto. Así se calienta el
alimento. Las microondas penetran 1 ó 2 centímetros de profundidad y
posteriormente el calor se difunde. La velocidad de calentamiento es cuatro
veces superior a la de los hornos convencionales.
Los utensilios adecuados
Para que
los alimentos se calienten, las microondas deben atravesar el propio alimento y
los recipientes que los contienen. Son adecuadas las vasijas de vidrio,
porcelana, loza, cerámica y las de plástico que indican explícitamente su
compatibilidad con las microondas. Se ha demostrado que algunos plásticos, al
calentarse, pueden desprender parte de sus componentes y pueden resultar
tóxicos. Sirven también, el papel absorbente, el film transparente, las bolsas
de cocción para horno. Nunca se deben utilizar metales, incluido el papel de
aluminio o cubertería, ya que reflejan las microondas contra las paredes del
horno y éste puede averiarse.
Posibilidades del horno microondas
Rapidez
en la preparación de las recetas. Permite que los alimentos se descongelen en
pocos minutos y las radiaciones destruyen los gérmenes. Calienta directamente
el alimento en su propio recipiente. Con el fin de que la comida no se enfríe
tan rápido, los técnicos aseguran que se debe revolver la comida una o dos
veces durante la cocción o el recalentado, y dejarla reposar unos 20 segundos
una vez que se haya apagado el horno para que la temperatura se equilibre. Al
cocerse los alimentos en su propio jugo conservan las sales minerales y se
aprecia mejor el sabor real del alimento.
Influencia sobre el valor nutritivo
Hasta la
fecha no se ha comprobado que las microondas provoquen mayores pérdidas
nutritivas que otros métodos de cocción tradicional. Incluso en el caso de los
productos congelados, al ser la cocción más rápida, se reduce la pérdida
vitamínica. Además, los alimentos se cuecen en su propio jugo, de modo que se
reduce la pérdida de nutrientes que se produce cuando se cocinan en medios
líquidos.
En relación con la salud
El riesgo
principal de los microondas no deviene de la naturaleza de las ondas
electromagnéticas, sino de su superior eficacia y potencia para calentar los
alimentos, lo que puede provocar sobre calentamientos en los platos y
quemaduras diversas. Para disipar toda duda, la Organización Mundial de la
Salud (O.M.S.), aseguró ya en 1992 que no existe ninguna prueba científica de
que la salud de los consumidores de alimentos preparados en los hornos microondas
corra algún riesgo, siempre que se sigan las instrucciones del fabricante.
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