Si algo tienen en común estas dos
enfermedades es que afectan a las articulaciones pero cada una se manifiesta de
diferente manera. Para ninguna existe la cura, el tratamiento tiene como
objetivo controlar el dolor, retardar el deterioro de la articulación y mejorar
la calidad de vida
La
artrosis es un problema
degenerativo frecuente en las personas mayores de 50 años y se asume como parte
de la vejez, como los cabellos blancos.
Se presenta por un desgaste del
cartílago, el roce de los huesos entre sí producen mucho dolor, aparece más en
las mujeres que en los hombres porque ellas tienen un cartílago más delgado.
La
artritis es una enfermedad
articular y se caracteriza por la inflamación de la membrana sinovial. Esta
membrana fabrica el líquido que lubrica y nutre el cartílago, al inflamarse
segrega mas líquido y la articulación se ve hinchada. Hay muchos tipos de
artritis pero la más frecuente es la artritis reumatoide de origen autoinmune,
que afecta aproximadamente al 1% de la población peruana especialmente mujeres.
Tanto
para la artrosis como para la artritis la principal medida es bajar de peso.
Dentro de ambas enfermedades hay categorías
desde las primarias hasta las más fuertes, por eso es importantísimo el régimen alimentario para
ayudar en dichas enfermedades.
Primero debemos decir, que la persona debe
mantener un peso acorde, la obesidad afecta mucho más las articulaciones y
hace más presión en columna y huesos, por lo que empeora la situación si se es
obeso.
En ambos casos hay terapias para mejorar el
curso de las enfermedades, como hidroterapia, fototerapia,
masajes, acupresión, terapia física, etc., pero hoy nos concentraremos en la
alimentación.
Los alimentos aconsejados:
Pescado: la riqueza del pescado en omega 3 ayuda a reducir las inflamaciones
de las articulaciones. Se debe comer al menos 3 veces a la semana.
Aceites
vegetales: También
aportan bastante omega 3, como el aceite de linaza, el de canola, el de nuez.
Hay germen de trigo o avellana que contienen este importante componente y el
aceite de oliva.
Verduras y
hortalizas: Todas las
verduras verdes contienen vitamina C, tienen propiedades antioxidantes y
neutralizan los radicales libres, además de poseer calcio y ácido fólico. Las
más recomendadas son: apio, espárragos, pepino, coles, perejil, calabazas,
calabacines, zanahorias, etc.
Frutas,
frutos secos y semillas: Las frutas son excelentes artríticos, son aconsejadas las manzanas,
plátanos, melones, sandias, fresas, arándanos, frambuesas, cerezas y palta. Los
frutos secos son ricos en selenio, calcio y vitamina E.
Cereales
integrales: Son
importantes por su aporte en fibras, su uso combinados con frutos evita la
obesidad.
Leche de soya: Es un sustituto de la leche de
vaca que es bien tolerada por los enfermos de artritis, por eso es recomendado
su consumo así también sus derivados como el tofú, yogur de soya, carne
vegetal, etc.
La comida no puede curar la artritis, ni la
artrosis, pero puede hacer que la
enfermedad sea más llevadera o que no se complique. Aunque las personas que la sufren
están familiarizadas con el dolor, y los crujidos, pequeños cambios en la dieta
pueden producir grandes mejoras en el convivir diario con la enfermedad y, ya
de paso, pueden ayudarle a perder peso.
Tres
alimentos para evitar
1. El marisco y la carne roja (si tienes
gota). La gota aparece debido a la acumulación de ácido úrico en la sangre, que
forma cristales que dolorosamente se asientan en las articulaciones.
2. Aceite de girasol y soya. Estos aceites tienen
altos niveles de ácigos grasos omega-6, que provocan un aumento de la
inflamación. También hay
que tener cuidado con todos los productos elaborados industrialmente con este
tipo de aceites.
3. Azúcar. Algunos estudios sugieren que el
azúcar puede provocar un aumento de la inflamación. Aunque
ofrece un rápido aporte energético, no dura en el tiempo, y puede ser un lastre
para los enfermos de artritis.
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