Asegúrate que estas consumiendo todas las
vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita. Para las mujeres el consumo
de calcio es muy importante. Si consumes menos de 1200 calorías podría
ser que necesites suplementos. Controla la cantidad de sal en tus comidas.
Cocina siempre con aceite de oliva.
Realiza entre cuatro y cinco comidas al día.
Consume un mínimo de cinco raciones de frutas y verduras por día. Come pescado
dos o tres veces a la semana.
No salgas sin desayunar. Los lácteos deben
estar presentes en nuestra alimentación diaria, pues son una excelente fuente
de proteínas, calcio y vitaminas (A, D, B12 y ácido fólico)
Las legumbres (frejoles, lentejas, garbanzos)
son una de las principales fuentes de hidratos de carbono y proteínas de origen
vegetal.
Según la OMS, las grasas deben cubrir entre 25
y 30% de las necesidades energéticas diarias.
No tengas en casa alimentos tentadores. Puedes
darte el lujo de comer un helado una vez a la semana. Reserva los pasteles para
ocasiones especiales. Cómelos con moderación.
Los hidratos de carbono deben proporcionar
alrededor de 50% del aporte energético diario. Las proteínas tienen que
suministrar entre 10% y 15% de las calorías totales necesarias. Combina las de
origen animal y vegetal. El hierro es un nutriente esencial. Para que no te
falte, come una vez a la semana carnes rojas, mariscos o paté.
Las verduras asadas (berenjena, pimiento,
espárragos) o al horno son una excelente alternativa, tanto para primer plato
como para guarnición del segundo.
El ejercicio físico activa nuestro
metabolismo Un buen plan de alimentación debe ser acorde con tu estilo de vida
y tus actividades.
Si padeces de colesterol alto, añade a tu
dieta: bebidas lácteas y yogurts. Te ayudarán a reducir entre 10% y 15%. Controla
el nivel de azúcar en tu sangre. Para untar sobre el pan, opta por el aceite de
oliva. Una buena sopa de verduras es un primer plato muy recomendable por su
efecto saciante. Si comes entre comidas,
opta por tomar una fruta o un té.
Las frutas secas, son una fuente rica en
fibra.
El vegetarianismo no implica dejar de
consumir alimentos de origen animal. Esto puede provocar un déficit de hierro y
de algunas vitaminas, como la B12. Puedes comer un huevo al día sin riesgo para
tu corazón. Las paltas consúmelas con moderación.
No recurras a una dieta drástica para
adelgazar.
La fibra es clave en nuestra alimentación. Las
vitaminas son esenciales, pero la mayoría no las fabrica nuestro organismo. Para
la salud cardiovascular es bueno consumir habitualmente frutos secos, como
nueces o almendras. El ayuno total prolongado es muy peligroso.
Destierra los alimentos procesados de tu dieta.
Procura tomar alimentos ricos en proteínas
con déficit de grasa, como la pechuga de pollo sin piel, o las claras de huevo.
No olvides beber agua en abundancia.
Los principales consejos para la prevención
del cáncer son: reducir consumo de grasas, comer frutas y verduras aumentar
la fibra de forma razonable, disminuir
el consumo de salados, adobados y ahumados, y moderar la ingesta de alcohol.
Limita el consumo de carnes rojas a un máximo de dos raciones a la semana (por
ración se entiende entre 100 y 200 gramos).
Los lácteos aportan calcio, vitaminas A, D,
B2, B9 y B12, también otros minerales como el fósforo. Pero escoge las
versiones desnatadas o semidesnatadas.
Los comportamientos sedentarios se
desarrollan en la infancia y en la adolescencia. La influencia del ámbito familiar
es decisiva, para proteger la de tus hijos.
La obsesión por la comida puede desembocar en
graves trastornos de conducta, desencadenar una depresión o provocar carencias
nutricionales. Acéptate tal y como eres y procura comer todo lo que tu
organismo necesita sin otorgarle a los alimentos más importancia de la que
representan.
Recuerda que el exceso de peso perjudica el
sueño y es frecuente que provoque insomnio, así como generar problemas
sexuales. El sobrepeso y la obesidad incrementan de forma directa las
probabilidades de sufrir hipertensión, diabetes y, en general, enfermedades
cardiovasculares. La pérdida de 10% de tu peso puede disminuir de manera
significativa el riesgo de padecer estas enfermedades.
Una copa de vino al día otorga grandes beneficios
a tu salud, pero tómala siempre en el almuerzo o durante la cena.
Siempre que te sea posible, trata de pasear
por 30 minutos después de las comidas.
Y no olvides todo esto….. si quieres llegar a
viejo.
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