La Organización
Panamericana de la Salud (OPS) alertó de que los alimentos ultra
procesados, que considera "casi adictivos" y están sustituyendo
a los alimentos frescos, son los responsables de la "epidemia de
obesidad" que hay en América Latina.
En un nuevo estudio divulgado en Washington, la OPS aseguró que estos alimentos procesados industrialmente, las bebidas azucaradas y la comida rápida están desplazando a las dietas tradicionales más nutritivas, "lo que genera efectos alarmantes en la salud".
El consumo de estos productos ha aumentado de manera constante en América Latina y contribuye al incremento de las tasas de obesidad en toda la región, por lo que es necesario "regular el mercado para revertir esta tendencia".
En un nuevo estudio divulgado en Washington, la OPS aseguró que estos alimentos procesados industrialmente, las bebidas azucaradas y la comida rápida están desplazando a las dietas tradicionales más nutritivas, "lo que genera efectos alarmantes en la salud".
El consumo de estos productos ha aumentado de manera constante en América Latina y contribuye al incremento de las tasas de obesidad en toda la región, por lo que es necesario "regular el mercado para revertir esta tendencia".
Pese a que en EE.UU. y Canadá las ventas per cápita de alimentos y bebidas ultra procesadas disminuyeron entre 2000 y 2013, en Latinoamérica siguieron aumentando, lo que se "correlaciona fuertemente con el aumento del peso corporal promedio" en la región. Asegura el informe, titulado "Alimentos y bebidas ultra procesados en América Latina: tendencias y efecto sobre la obesidad e implicaciones para las políticas públicas".
El trabajo examina
las ventas de comidas preparadas, refrescos carbonatados, tentempiés dulces y
salados, cereales de desayuno y en barras, golosinas, helados, bebidas
deportivas y energéticas, jugos de frutas y vegetales, pastas para untar y
salsas, entre otras.
El estudio, que toma como modelo a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, determinó que de 2000 a 2013 las ventas per cápita de esos productos aumentaron un 26,7 %.
En EE.UU. y Canadá, las ventas de esos productos disminuyeron un 9,8 % en el mismo período.
El estudio, que toma como modelo a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, determinó que de 2000 a 2013 las ventas per cápita de esos productos aumentaron un 26,7 %.
En EE.UU. y Canadá, las ventas de esos productos disminuyeron un 9,8 % en el mismo período.
Enrique Jacoby,
asesor sobre Nutrición y Actividad Física de la OPS. Dijo: "Estos
productos no están diseñados para satisfacer las necesidades nutricionales de
las personas. Están diseñados para que se conserven por mucho tiempo en los
estantes y generan deseos incontrolados de consumo que llegan a dominar los
mecanismos innatos de control del apetito".
"Por eso,
resultan doblemente perjudiciales: son casi adictivos y eso lleva a aumentar el
sobrepeso y la obesidad, al tiempo que sustituyen los alimentos frescos, que
son la base de una dieta natural rica en nutrientes",
En Latinoamérica, por
ejemplo, las ventas de bebidas gaseosas se duplicaron entre 2000 y 2013,
llegando a 81.000 millones de dólares y superando las ventas de refrescos en
EE.UU. y Canadá.
El estudio también muestra que en los países en que las ventas de alimentos ultra procesados fueron mayores, incluyendo a México y Chile, la población tuvo una media de masa corporal mayor, pero donde fueron menores y las dietas tradicionales prevalecieron, como en Bolivia y Perú, la media de masa corporal fue menor.
El estudio también muestra que en los países en que las ventas de alimentos ultra procesados fueron mayores, incluyendo a México y Chile, la población tuvo una media de masa corporal mayor, pero donde fueron menores y las dietas tradicionales prevalecieron, como en Bolivia y Perú, la media de masa corporal fue menor.
Pero tanto las ventas
de estos alimentos como la masa corporal fueron aumentando rápidamente en los
13 países estudiados.
El trabajo de la OPS
atribuye estos cambios en la dieta de la región a "la globalización y la
desregulación del mercado, que han aumentado la penetración de las
corporaciones alimentarias extranjeras y multinacionales en los mercados
nacionales".
"América Latina
y otras regiones en desarrollo se han convertido en atractivos mercados para
los fabricantes de alimentos industriales, especialmente cuando los mercados de
altos ingresos se saturan o incluso empiezan a reducir el consumo de estos
productos",
El informe recomienda
promover los alimentos saludables con campañas de información y educación, pero
también aprobar normas "sobre precios, incentivos, agricultura y
comercio" para proteger la agricultura familiar, los cultivos
tradicionales, la inclusión de los alimentos frescos en la dieta y la promoción
de la cocina.
"No es demasiado tarde para cambiar estas tendencias", afirmó Jacoby.
No hay comentarios:
Publicar un comentario