Una de las
preocupaciones más comunes y modernas que tenemos es decidir cuándo empezar una
dieta o decirles a nuestros padres que queremos llevar una vida sana.
La apariencia física
se ha convertido en unos de los pilares más importantes, dejando de lado
otros valores que se pierden con el tiempo.
Para poder cambiar
una forma de vida, necesitamos estar informados sobre lo que realmente debemos
hacer, aquí te presentamos algunas pautas para que tomes en cuenta.
Acudir a personas especialistas
Hay que recurrir a
una persona en la que el dinero no sea su primer interés y que sí vele por la
salud, ir a un gimnasio a pedir ayuda profesional puede ser una gran idea, pero
hay que saber a quién buscar. Para eso es importante que al momento de ir, ya
sea a un hospital, consultorio o gimnasio, aclaremos que lo que necesitamos es
alguien que sepa sobre nutrición.
Hay algunas personas
que pueden saber sobre lo que estamos buscando, pero de una manera general y no
profesional como la ideal.
Nunca dejar de comer
Muchas veces pensamos
que hacer dieta implica dejar de comer. No es así, para tener una vida sana y
saludable hay que comer sano y planificar las comidas del día.
La nutrición
apropiada es especialmente importante durante nuestros años de adolescencia,
cuando nuestra mente y cuerpo se están desarrollando rápidamente. Por eso
nunca debemos dejar de comer porque podemos pasar malos momentos.
Como adolescentes
debemos comer una variedad de alimentos como frutas frescas, vegetales y
cereales, entre otros. Se debe tratar de eliminar todo lo que son bebidas con
un contenido elevado de azúcar y pastelería que contiene mucho sodio y
bromato, que puede ocasionar una obesidad temprana, es recomendable consumir
bastante agua porque ésta ayuda a eliminar las grasas y toxinas del cuerpo.
Lo que debo consumir
Para hombres y
mujeres, es importante que se consuma carbohidratos y tratar de tener entre
cuatro a cinco comidas al día si se trata de personas que asisten al colegio o
universidad.
El alimento más
importante del día es el desayuno, debemos tratar de alimentarnos bien en esta
comida principal, ya sea con frutas, jugos naturales, cereales, etc. El
almuerzo debe estar compuesto en un 60 por ciento de carbohidratos, es decir
que debe contener mitad de proteína y mitad de grasas saludables.
Para poder entender
mejor, carne, huevos, lácteos y pescado, en cuanto a proteínas. Para las grasas
saludables es recomendable, aceite de oliva, coco, cacao y frutos secos, entre
otros.
La comida chatarra
como hamburguesas, pizzas, pollo frito, papas fritas, y la lista sin fin que
podríamos hacer sobe éstas, es aconsejable un día del fin de semana y
moderadamente. El sabor, el olor, la cantidad y sobre todo el precio pueden ser
una maravilla, pero si nuestro fin es mantenernos delgados y saludables no debe
ser una prioridad.
Llevar una rutina de ejercicios
Hacer ejercicios es
una de las opciones más efectivas para mantenernos en forma. Hacerlo cada día
nos ayuda a controlar el peso, el bienestar físico y la salud en general. Es
necesario tener control para no excederse con los ejercicios y además
controlarnos para no caer en enfermedades modernas como la anorexia y bulimia.
Otra enfermedad que está de moda es la vigorexia (cuando una persona empieza a
obsesionarse con la masa corporal y pasa horas en un gimnasio arriesgando su
vida).
Ningún extremo es
favorable, por lo tanto debemos seguir el camino correcto y saludable. Mejor no
salirnos del margen porque podemos llegar a perder el control y es eso lo que
justamente no queremos que suceda.
Algo importante que
no debemos dejar de lado, es que la edad adecuada para empezar a hacer dietas y
ejercicios en las mujeres está entre los 13 a 14 años y en los hombres a partir
de los 17 años.
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