Los hábitos alimentarios y el tipo de comida
influyen en el humor. Una dieta restrictiva causa irritación; comer sano hace
sentirse bien. Y la comida, a su vez, influye en el cerebro y en el sistema
nervioso central. Aunque te parezca increíble existe una estrecha relación
entre la mente y la comida. Una vida emocional equilibrada favorece hábitos
alimentarios saludables y enriquecedores. Este principio considera que el
equilibrio emocional conduce al equilibrio nutritivo y previene los ritmos de
alimentación disfuncionales. Los hábitos alimentarios influyen en los
estados de humor. Según este principio, ¿qué aspectos hay que tener en cuenta
para no estar de mal humor por culpa de nuestra alimentación?
Mirada
integral
Si un plan de alimentación es carente de
energía, de nutrientes, inadecuado a los gustos y horarios de la persona y
además tiene prohibiciones, no sólo producirá mal humor sino que favorecerá la
no adherencia a esta dieta.
Decisión
y compromiso
Actualmente, la terapia motivacional, y la
terapia cognitiva conductual son modalidades de abordaje que cobran fuerza.
"Se busca que los pacientes analicen las ventajas y desventajas de
cambiar. Sólo a partir del momento en que el paciente tome la decisión y el
compromiso de iniciar un proceso terapéutico con responsabilidad podrá llevar a
cabo acciones que produzcan cambios en su conducta, sin quedar atrapado en la
repetición e insatisfacción que afectan el estado de ánimo", La principal
referente de este tema es la doctora Judith Wurtman, investigadora del
Instituto de Tecnología de Massachusetts y autora de "Managing Your Mind
and Mood Through Food" ("Lo que comemos cambia la manera en que
pensamos y sentimos").
La mayoría desconoce la estrecha relación que existe entre el humor y la elección de los alimentos. Por eso se analiza el estado de su salud en forma disociada y no de manera integral. "Separamos la alimentación de nuestro estado de ánimo, de la actividad física que hacemos o sin tener en cuenta la vida sedentaria que llevamos. Pero en el organismo todo se relaciona, y esta relación es la que determina nuestro estado de salud",
La mayoría desconoce la estrecha relación que existe entre el humor y la elección de los alimentos. Por eso se analiza el estado de su salud en forma disociada y no de manera integral. "Separamos la alimentación de nuestro estado de ánimo, de la actividad física que hacemos o sin tener en cuenta la vida sedentaria que llevamos. Pero en el organismo todo se relaciona, y esta relación es la que determina nuestro estado de salud",
Imposiciones externas
Es sabido que cuando una persona comienza una
dieta para adelgazar le puede causar irritación, mal humor, melancolía, y hasta
exacerbar la depresión. Dependerá del tipo de dieta y de la restricción
calórica que tenga. Pero, hay alimentos que ayudan a mejorar los estados
emocionales: el pescado de mar y los mariscos, equilibran el ánimo, y los
alimentos dulces levantan el bajón que produce la caída de serotonina en
sangre.
Causas alimentarias
que cambian el ánimo
Bajo
nivel de azúcar en sangre: Cuando baja el nivel azúcar aparece la fatiga,
ansiedad, depresión, irritabilidad, cambios de humor, nerviosismo, ansias de
dulces, sudores, temblores, dolor de cabeza y disminución de la capacidad
mental. La dificultad para concentrarse o recordar es la primera señal que
precede al cambio de humor.
Valores
altos de ácido láctico: El ácido láctico está presente en la sangre durante
los periodos de mucha actividad física o esfuerzo muscular. Los niveles
elevados de lactosa conducen a un estado de ansiedad cuyos síntomas incluyen
temblor, confusión, fatiga, irritabilidad y miedo, entre otros.
Disfunciones
hepáticas: Cuando
la glucosa cae, el hígado empieza a trabajar para aumentar de nuevo los
niveles. Alcohol, drogas, estrés, dañan los sistemas enzimáticos del hígado.
Para desintoxicarlo recomiendan hacer una dieta vegetariana.
Sistema
inmune en peligro: El
sistema inmunológico protege el cuerpo de las infecciones y rechaza la
enfermedad. Pero cuando está agotado, o con estrés causa un cambio de humor.
Intolerancia
alimentaria: Si
se experimentan con frecuencia reacciones desfavorables a ciertos alimentos es
posible que sea alérgico o que no se toleren esos productos. Se manifiestan con
infecciones crónicas de los oídos, bronquitis permanente, disfunciones
digestivas agudas y otras afecciones auto inmunológicas. Estos males tienen un
impacto negativo en el estado de ánimo, ya que producen ansiedad y depresión.
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