La
afectación de las vías respiratorias es conocida también como catarro y algunos
la llaman resfriado. Cualquiera que sea el nombre empleado para referirse a la
infección vírica, es fácil de reconocer por sus síntomas universales: dolores
musculares, articulares, de cabeza y garganta, además de una abundante
secreción nasal.
El proceso
natural de la gripe dura aproximadamente siete días. Cuando aparece, el cuerpo
comienza a generar sus propias defensas y estas se encargan de cercar,
inmovilizar y matar al virus. En estos casos la alimentación es un pilar
fundamental.
Si una
persona lleva una dieta cargada de nutrientes, vitaminas y oligoelementos
(sustancias que intervienen en las funciones respiratorias, digestivas y musculares),
las células se regenerarán con mayor rapidez y será más fácil evitar este tipo
de trastornos, que son frecuentes.
En la misión
para escapar de esta enfermedad, la primera estrategia está marcada por el
consumo de verduras y frutas, con mucho contenido vitamínico.
Los más
recomendados son los que contienen vitamina C, necesaria para el crecimiento y
la reparación de todos los tejidos del cuerpo. Se encuentra en todos los
cítricos y en frutas como la papaya, la piña, las fresas, la sandía, las moras,
los arándanos y el mangó, entre otras.
La vitamina
A, que tiene un papel antioxidante y que se encuentra en la zanahoria, también
ayuda en la prevención, al igual que las verduras de contienen oligoelementos
(hierro, yodo, zinc, selenio). El consumo de, almendras y avellanas, que poseen
vitamina E, y del aceite de hígado de bacalao. Este último es conocido por
incrementar la resistencia natural del organismo de los niños contra problemas
respiratorios como la tos.
Si ganarle
la carrera a la gripe no fue posible, y antes de darte cuenta ya estabas con
pesadez, dolor de cabeza y pañuelo en mano, existe una lista de alimentos o de
recetas que se encargarán de disminuir los molestosos síntomas.
Una de las
principales alternativas es el tradicional consomé de pollo caliente. Antiguamente,
era común incluir, entre los ingredientes de esta sopa, una ramita de
manzanilla. Aunque es una práctica ya extinta, tenía un papel importante en la
recuperación de los resfriados. .
Siempre se
le asignó a la sopa de pollo varios beneficios para la salud, sobre todo en las
etapas de convalecencia de algunas enfermedades y en períodos de recuperación
de gripe, por ser un alimento revitalizador y de fácil digestión.
Se recomienda probar los efectos de la leche de soya
con miel de abeja y ajo. Son claves las preparaciones sencillas, pero
nutritivas: Sopa de pollo con kión, ensalada con espinaca, brócoli, pimiento y
tomate, frutas cítricas. Te caliente con miel de abeja y limón. Un cuarto de litro de leche
hervida con 12 higos secos durante 1/4 de hora. Tomar el líquido resultante una
vez filtrado y endulzado, nos sirve como mucolitico.
Tradicionalmente se ha utilizado el alcohol Es muy
conocido el remedio casero que consiste en mezclar el zumo de un limón en medio vaso de agua caliente y añadirle una
copita de ron y una cucharada de miel. Para aquellos que no estén afectados de
hipertensión, podrían mejorar los
síntomas del resfriado, especialmente el alivio nasal y el insomnio nocturno.
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