Los factores
genéticos son realmente importantes en el estado de nuestra piel y del organismo
en general, pero hay otros que podríamos limitarlos, disminuirlos o dejarlos de
lado para que la piel aparezca más lozana a pesar de los años.
La contaminación del aire, En la ciudad puede ser causada por automóviles, buses y
aviones, al igual que por la industria y la construcción. Las consecuencias sobre la piel son múltiples: se deshidrata,
se ensucia, se vuelve irritable y la tez está apagada. Pero cada piel es única
y no reaccionará de la misma forma a los agentes contaminantes. Existen productos que nos ayudarán como el protector solar y una
correcta alimentación, lo mismo que una hidratación adecuada
Tabaco, estrés, alimentos oxidantes aumentan
la acción y producción de los radicales
libres, lo que se refleja en un envejecimiento celular acelerado. Aparece
en forma de manchas, marcas de expresión, arrugas, asperezas y otras señales en
la piel.
Para combatir este
problema, lo mejor es contar con la ayuda de la nutrición y de los alimentos
con poder antioxidante, que ofrecen sustancias
neutralizantes, responsables por la inhibición y reducción
de los daños provocados en las células.
Alimentos que
favorecen la acción de los radicales libres y el envejecimiento:
Carnes rojas: las carnes con exceso de grasas aumentan el colesterol, que además de
ser enemigo número 1 del corazón, también es de las células. Lo ideal que
solamente 7% de tu dieta sea de grasas saturadas.
Embutidos: son ricos también en grasas saturadas y nitratos que inflaman las
células y favorecen el problema, reduzca el consumo.
Frituras: atacan las células corporales debido al exceso de grasas nocivas.
Azúcar: produce una inflamación en la capa interna de la piel ocasionando la pérdida
de elasticidad. El azúcar favorece la reducción de la expansión de los vasos sanguíneos,
dificultando la circulación y perjudicando la producción de fibras elásticas.
Congelados: los niveles elevados de fosfato de estos alimentos aceleran las
señales de la edad.
Alimentos que nos ayudan a mantener nuestra piel.
Las frutas y las verduras contienen
gran cantidad de agua, que es muy útil para mantener la piel Hay frutas que
aportan vitamina C, que es antioxidante. Los antioxidantes son
los correctores de de los procesos oxidantes a nivel celular provocados por el
sol y el proceso normal de envejecimiento. Las frutas y verduras recomendables
son las de todos los colores ya que cada color proporciona un beneficio
específico. Las frutas y verduras amarillas y anaranjadas contienen
betacaroteno, un precursor de la vitamina A la cual es excelente para las
estructuras epiteliales, como la piel.
Muchas veces nos preguntamos si al seguir un régimen vegetariano vamos
a ayudar enormemente a nuestra piel, las
dietas
vegetarianas tienen la dificultad de la falta de
hierro. El hierro contenido en las carnes rojas es muy difícil de sustituir,
así como el complejo B contenido en los pescados y mariscos. Es preferible una
dieta que tenga de todo en medidas adecuadas. La
alimentación ideal para estar siempre joven, por dentro y por fuera, debe ser
rica en vegetales, frutas, cereales, hortalizas y leguminosas. Si ingieres
diariamente raciones de estos alimentos será posible conservar mejor tu piel y
salud.
Hidratación: Permite eliminar con
facilidad las toxinas. Proporciona nutrientes como el cobre, selenio y sulfuro,
necesarios para una piel cuidada y sana. El secreto radica en ingerir líquidos
con regularidad durante el día, sin esperar a sentir sed.
Tomar
el sol:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda exponer la cara y los
brazos al sol durante unos 30 minutos al día, con la precaución de no quemarse,
para lograr una producción adecuada de vitamina D. Cualquier excedente de esta
vitamina liposoluble producido durante el verano puede almacenarse en el tejido
graso para su uso posterior.
Hay que cuidarse por dentro y ser prudente por fuera
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