lunes, 6 de abril de 2015

EL PODER DE LAS SEMILLAS

Gracias a sus propiedades nutricionales, la chía, el sésamo y el lino son cada vez más populares en la dieta. Se pueden consumir crudas, a cualquier edad y casi sin restricciones.
Nutricionalmente, las semillas se destacan por su valor energético, que puede ser a expensas del contenido en carbohidratos.  Además, son ricas en sustancias antioxidantes que también colaboran con un rol cardioprotector. La presencia de fibras también está entre sus principales propiedades, influyendo sobre un correcto desarrollo de la función intestinal.
Hoy las semillas que más se usan son la chía, la linaza y las de ajonjolí, tienen un buen aporte de proteínas vegetales que por su composición, complementadas con otros alimentos, pueden generar mezclas proteicas de buena calidad.
La chia, es un pequeño grano oscuro que se destaca por su aporte en ácidos grasos omega 3 y omega 6,  es rica en fibra del tipo soluble, potasio, fósforo, magnesio y calcio. La chía se puede consumir sola o mezclada con otros alimentos, pero es importante que la semilla sea masticada o molida, de lo contrario  no puede metabolizarse correctamente.
La linaza es una de las principales fuentes de omega 3 de origen vegetal posee gran cantidad de fibra, minerales y es rica en vitaminas del grupo B, con beneficios para el cerebro, el sistema digestivo y la piel, además de potenciar la energía a nivel general. Por su alto contenido en ácido fólico, es muy recomendable para las mujeres embarazadas.
El  ajonjolí, a diferencia de las otras semillas, tiene un alto contenido de lecitinas, componente fundamental del tejido nervioso, al tiempo que interviene en el funcionamiento de las glándulas sexuales.
Las semillas, son fáciles de usar. La mayoría se puede agregar sobre ensaladas o en la corteza  de los panes, en alguna torta, en salsas o incluso postres, También se pueden incluir en batidos, licuando cualquier fruta fresca de estación y sumando las semillas remojadas, como la chía o el lino.

Todos los paladares las pueden consumir
Gracias a su rica composición nutricional, las semillas pueden utilizarse en todas las etapas de la vida. Además, como suelen consumirse en pequeñas cantidades, no es necesario restringir su uso. De todos modos, para quienes estén controlando su peso corporal, en niños o adultos mayores, es importante el asesoramiento profesional. Por su alto contenido graso.
Hoy en día las personas están cada vez más informadas acerca del rol de una alimentación saludable en todas las etapas de la vida y de a poco van diversificando las opciones de consumo, buscando nuevos sabores y texturas.

Cómo comer las semillas 
Sólo hay una manera de obtener los nutrientes de las semillas y es comerlas crudas.
Una vez que son expuestas al calor, producen sustancias tóxicas y las vitaminas, minerales y perfiles de aceites esenciales se desnaturalizan.  No hay semilla en la tierra que pueda soportar ser asada o calentada sin romper sus componentes nutricionales. Recuerde siempre, coma las semillas en su forma natural.  Esto también significa que pueden ser remojadas, molidas o en puré, especialmente si la cáscara o capa de una semilla es demasiado difícil de penetrar con los dientes. Elija semillas crudas y sin sal y evite las semillas recubiertas de azúcar
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