En estas épocas del año empezamos con los planes de
adelgazamiento, seguro que hay que perder kilos y lo queremos rápido, las
prisas a la hora de adelgazar, son perjudiciales para nuestra salud. Se
recomienda que la pérdida de peso sea progresiva, para no sufrir del efecto
rebote,
1.- No abandones: Este es sin
duda el mandamiento más importante. A la hora de iniciar una dieta de
adelgazamiento hay que ser constante, mantener una actitud positiva e
incorporar estos hábitos saludables a nuestra dieta cotidiana. El cambio de
nuestros hábitos debe ser paulatino, de lo contrario, lo más seguro es que
fracasemos en nuestros propósitos.
2.- No te saltes ninguna comida y
planifícalas: La planificación garantiza comidas equilibradas y
evita caer en opciones improvisadas como platos pre cocinados.
Mantener los horarios nos ayuda a no sucumbir en el picoteo
innecesario y poco saludable. Dejar de comer no nos ayuda a mantener la línea. Se
recomienda comer 5 veces al día con especial atención al desayuno, que debe ser
el más completo de nuestros platos (con cereales, lácteos y fruta).
3.- Hidrátate: La
hidratación es fundamental en cualquier época del año, nos ayuda en el proceso
de pérdida de peso, porque del agua depende
el correcto funcionamiento de nuestro organismo y a la vez
elimina toxinas. Lo ideal es tomar en torno a dos litros de agua, aunque
los zumos y las infusiones también suman en una buena hidratación. Lleva una
botella de agua siempre y si no te gusta el sabor propio del agua, añádele
trozos de frutas que le den un ligero sabor y la hagan más apetecible.
4.- Dedícale tiempo al sueño: Los expertos
recomiendan dormir un mínimo de 7 horas diarias. La falta de sueño influye
negativamente en el correcto funcionamiento del organismo y, como consecuencia,
hará que no consigamos adelgazar e incluso que aumentemos de peso.
5.- Vigila las cantidades: Sobre todo
cuando comas fuera de casa. Por muy sano que sea nuestro menú, de nada nos
servirá si comemos en cantidades desproporcionadas.
6.- Come siempre en el plato y
sentado: Los alimentos hay que saborearlos y disfrutarlos para que a nuestro cerebro
le dé tiempo de asimilar que hemos comido y, de esa manera, nos sintamos satisfechos.
Comer delante de un aparato electrónico o de pie hace que nos saciemos menos y,
por consiguiente, que comamos más de la cuenta o menos saludable.
7.- Los refrescos, mejor light: No, no hace
falta que dejes de tomar refrescos o alcohol (aunque deberías limitar su
ingesta) pero es mejor si tomas las versiones menos azucaradas y las sin
alcohol.
8.- Intenta compensar siempre los
excesos: Si un día te pasas o te das un capricho (que no debes privarte, para que
tu dieta sea más llevadera) pero eso si al día siguiente compénsalo comiendo más
ligero o realizando algún tipo de actividad física.
9.- Y entre horas: Lo mejor es
comer algo cada dos horas y de esta forma no sentiremos ese deseo de picoteo,
que es otro de los grandes culpables en el aumento de peso. Y, además, no hace
falta esperar a tener hambre. Que la comida sea casera y además poco triturada,
esto aumenta la masticación y a su vez la saciedad. Algunos ejemplos son:
yogur, manzanas o peras con piel cocinada al microondas con trocitos de limón,
canela y pasas o cereales de avena con queso fresco.
10.-Muévete: Practica
algún tipo de actividad física. Camina a un ritmo movido al menos 30 minutos al
día, refréscate en la piscina al mismo tiempo que haces unos largos, apúntate a
alguna actividad grupal que te motive o ejercítate desde casa con vídeos.
Si cumples estos diez mandamientos, verás que tu
cuerpo te lo agradece, No lo dejes para empezar mañana o el lunes como decimos
a veces.
Atrévete,
Incluye estos buenos hábitos en tu día a día
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