PEPINILLO

Su bajo contenido calórico, debido a su alta proporción de agua y a la baja presencia de hidratos de carbono, convierte al pepino en un alimento idóneo para dietas hipocalóricas.
Es un alimento muy refrescante, por lo que resulta perfecto para elaborar sabrosas ensaladas e hidratar al organismo.
Si los pepinos están encurtidos pierden estas
propiedades diuréticas debido a su alto contenido de sodio que se añade como
conservante. Es d cuando se usa al natural e incluso se
puede consumir con la cáscara, siempre que esté tierno.
Su contenido de fibra le confiere propiedades
laxantes.
LAS VAINITAS

En cuanto al contenido en vitaminas, son
buena fuente de vitamina C, folatos, y provitamina A o beta-caroteno, así como
de B2 y B6, presentes en menor cantidad. La vitamina C cumple una acción antioxidante e
interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos.
Son un alimento idóneo para incluir en dietas
de control de peso gracias a su bajo contenido calórico, a su escasez de grasa
y a su condición de alimento rico en fibra.
Tienen efectos diuréticos y depurativos, al ser ricas en potasio y pobres en sodio, por lo que favorecen la eliminación del exceso de líquidos del organismo.
Tienen efectos diuréticos y depurativos, al ser ricas en potasio y pobres en sodio, por lo que favorecen la eliminación del exceso de líquidos del organismo.
Es un alimento a tener en cuenta en la dieta
de la mujer durante el embarazo gracias a su contenido en folatos. Los requerimientos de folatos son superiores
también en los niños, por lo que incluir estas verduras en su alimentación
habitual es una forma adecuada de prevenir deficiencias.
LAS CEBOLLAS

Las cebollas son una buena fuente de potasio,
y presentan cantidades significativas de calcio, hierro, magnesio y fósforo. En
cuanto a su contenido vitamínico, las cebollas son ricas en vitaminas del grupo
B, como los folatos y las vitaminas B3 y B6. Presenta cantidades discretas de
vitamina C y E, ambas con efecto antioxidante. Las propiedades de las cebollas
se deben, más que a su composición nutritiva, a su abundancia de antioxidantes,
entre ellos los flavonoides y los compuestos azufrados que son los que aportan
el sabor y el olor característico.
Su bajo valor calórico hace que las cebollas
puedan ser incluidas como acompañamiento de cualquier plato que forme parte de
una dieta de control de peso. Además, gracias a su elevado contenido en fibra,
la cebolla aporta sensación de saciedad tras su consumo, mejora el tránsito intestinal
y favorece la eliminación del exceso de líquidos. El consumo excesivo puede
ocasionar flatulencia. Por este motivo, personas con aerofagia, dispepsia o
digestiones difíciles pueden no tolerarlas. No obstante, no se puede
generalizar y habrá que valorar la tolerancia individual. Su digestibilidad
difiere en función del método de cocinado; como mejor se tolera es cocida y,
como peor, cruda y frita.
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